21 consejos para organizar un viaje a París (paso a paso)
Hay ciudades que no pasan de moda jamás y que no entienden de tendencias. Siempre están en el punto de mira de todo tipo de viajeros. No cabe duda que París es una de las ciudades más deseadas del planeta, hasta el punto de que en 2019 ha sido la segunda ciudad más visitada del Europa con casi 20 millones de turistas. Por algo será. Te explicamos qué hacer en tu viaje a París.
La llaman la Ciudad de la Luz (Ville Lumière) por ser la primera urbe que instaló alumbrado público y de forma metafórica por su marcado protagonismo en la historia de la Ilustración y de la humanidad en general. Es también el rincón más romántico del mundo y uno de los lugares del planeta donde mejor se come. Pasear por sus calles es un regalo de los dioses, con sus bulevares, plazas, monumentos y museos, repletos de tesoros artísticos. Definitivamente París es uno de esos destinos que siempre merece un viaje, dure lo que dure. Eso sí, deberás prepararlo bien.
Síguenos, te guiamos paso a paso para organizarlo.
1. Escápate en otoño o en primavera (aunque la magia de la Navidad parisina tampoco está mal)
Piensa que es fundamental viajar en una buena época para que todo salga a pedir de boca. Y, para qué negarlo, todo parece incluso más bonito cuando luce el sol y los días están despejados. En abril, mayo y junio es el momento ideal para explorar la ciudad, pero también son muy tentadores septiembre y octubre, cuando el clima es agradable y no hay tantas colas.
Y si no te importa el frío y quieres vivir la magia del periodo navideño en París, nada mejor que viajar en noviembre y diciembre (tal y como te proponemos con esta oferta de vuelo + hotel).
2. En vuelos low cost
Como decía antes, muchísimos españoles visitamos cada año París. Lo más común es llegar en avión, tren, autobús o coche. En lo que respecta a comodidad y rapidez triunfan el tren y el avión, aunque si tenemos que elegir entre estos dos medios los vuelos son la mejor opción, a menos que tengas miedo a volar, claro (piensa que el tren tarda 12 horas desde Madrid). Los vuelos de bajo coste pueden aterrizar en tres aeropuertos (Charles de Gaulle, Orly o Beauvais), cuentan con una gran disponibilidad de plazas y, en ese sentido, es bastante fácil encontrar billetes de ida y vuelta por menos de 50€ entre semana y sobre 100€-120€ en fin de semana.
3. Qué alojamiento elegir
La capital francesa cuenta con 20 distritos (arrondissements), que rodean el río Sena en forma de espiral y que se enumeran de forma ascendente de 1 a 20 a medida que se alejan del corazón de la ciudad. Por eso, no es una misión sencilla encontrar un hotel o apartamento barato en el mismo centro de París. Todo el mundo lo busca allí y eso hace que las tarifas se disparen. Para encontrar una buena oportunidad aconsejamos reservar con tiempo o bien aprovechar alguna oferta. Así se puede encontrar verdaderas joyas a precios relativamente asequibles y en buena ubicación. Si no, el consejo en este caso es buscar el equilibrio entre precio y calidad y distancia del centro, siempre comprobando la buena conexión con el metro.
4. Desayunar un croissant y un café au lait
Nada mejor que comenzar este viaje con un café au lait (pronunciado "café olé") y un delicioso croissant en los Campos Elíseos —recomendamos la terraza del Le Fouquet's, 99 Avenue des Champs-Élysées)—. Luego podemos bajar tranquilamente hasta la Torre Eiffel por la avenida Marceau, donde se alza la famosa llama del Puente del Alma. Contempla desde lo alto de la Torre la majestuosidad de la Ciudad de la Luz en todo su esplendor.
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5. El corazón de la ciudad
La Plaza Charles de Gaulle, antiguamente llamada Place de L'Étoile (Plaza de la Estrella), es precisamente el centro de una estrella donde confluyen doce avenidas. Allí se encuentra el arco más famoso del mundo, el Arco del Triunfo, que Napoleón ordenó construir en 1806 para honrar a su ejército. La Place de la Concorde, en el otro extremo de los Campos Elíseos, es el centro de la ciudad y está dominada por un obelisco con 3200 años de antigüedad procedente de la ruinas de Lúxor como regalo de Egipto. Es imprescindible detenerse en el centro de la plaza un buen rato a observar las vistas que ofrece hacia sus cuatro lados. Una auténtica maravilla.
6. Picnic en las Tullerías
Dejando atrás la plaza, nos dirigimos hacia los Jardines de las Tullerías, que pertenecían al antiguo Palacio arrasado en 1871. Es muy agradable, un remanso de paz y naturaleza para descansar. Puedes llevar un picnic y disfrutarlo allí, algo muy típico, para después pasear por su avenida central decorada con árboles, estatuas y fuentes.
7. Sí, hay playa en París
Si decides viajar en verano, podrás ir a la playa parisina o la plage de París. Para lograrlo, únicamente tienes que dirigirte a las orillas del Sena, entre la Isla de San Luis y el Jardín de las Tullerías. Es todo un regalo tanto para los turistas como para los parisinos, ya que en agosto se llegan a alcanzar los 40º. Además, es gratis.
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8. Subir a la Torre Eiffel
La Torre Eiffel es un must, un sí o sí. Esta mole de hierro de 330 metros de altura se ha convertido en el símbolo de la ciudad y en uno de los diez monumentos más visitados del mundo. Tiene tres pisos diferentes; al primero y al segundo se puede acceder mediante escaleras o ascensor, mientras que al tercero solamente podrás subir en ascensor.
9. Callejear por el Barrio Latino
Pese a ser uno de los barrios más antiguos de París, actualmente la atmósfera es joven y universitaria. La clave es dejarse llevar, sin prisas. Sumérgete en sus calles sinuosas, cafés bohemios, librerías de segunda mano, edificios antiguos, bistrós... En el 12 Rue de L’Odeon estaba la librería original Shakespeare & Company, cuya propietaria, Sylvia Beach, prestaba libros a Ernest Hemingway y editó y publicó Ulises de James Joyce en 1922. Si vas bien de tiempo puedes aprovechar para visitar Los Inválidos o el maravilloso Museo Rodin, ya que pasarás muy cerca. Si ya conoces este barrio, otra opción muy de moda últimamente es Barbès-Rochechouart (distrito XVIII) en el sur de Pigalle (distrito IX); ya conocido como SOPI (South Pigalle), es un buen ejemplo de un barrio emergente.
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10. Recordando NotreDame
Tras el incendio que asoló la cathédrale de Notre Dame el pasado 15 de abril, sus torres permanecerán cerradas hasta nuevo aviso. Sin embargo, merece la pena cruzar a la isla de la Cité y, de alguna manera, admirar el espíritu que invade la zona. Un recuerdo y un deseo: que pronto podamos volver a ascender por sus 387 escalones.
11. Un paseo por los Jardines de Luxemburgo
Sin duda el pulmón de París y el parque más apreciado por los parisinos, al que apodan "Luco". Un extraordinario lugar en pleno corazón del Barrio Latino para comenzar bien el día, pasear entre estatuas y naturaleza y preparar el siguiente plan por la ciudad. Aprovecha para tomarte un café crème en Au Petit Suisse (16 rue de Vaugirard) antes de continuar hacia el Panteón Nacional; por el camino te encontrarás con la Universidad de la Sorbona. Te recomendamos entrar al Panteón y visitar las criptas, donde están enterrados los grandes protagonistas de la historia de Francia. Al salir, no olvides asomarte a la pequeña pero bonita Iglesia de Saint-Étienne-du-Mont.
12. El Louvre en dos horas
Como hay prisa y podrías tardar meses en recorrer sus más de 13 kilómetros de galerías, te aconsejamos lo más imprescindible de este museo:
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- La Venus de Milo, en la pirámide.
- La Mona Lisa de Leonardo da Vinci en la Gran Galería
- La consagración de Napoleón de Jacques-Louis David en la sala 702
- La gran odalisca de Dominique Ingres, también en la 702
- La Victoria de Samotracia en la escalinata de acceso al sector clásico
- La Libertad guiando al pueblo de Eugène Delacroix en el primer piso, sala 700
- El antiguo Egipto en el ala Sully
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13. O el Pompidou o el Orsay
En caso de que ya conozcas el Louvre, museos no te van a faltar en París. Otra magnífica alternativa es el Centro Pompidou. Este edificio diseñado por Renzo Piano y Richard Rogers alberga una de las mayores colecciones de arte moderno. No solo pintura, también escultura, diseño o fotografía. Y si resulta que también has visitado el Pompidou, pues toca el Musée d'Orsay: es recomendable ir directamente a la planta 5 del museo, la de los impresionistas.
Si tuviéramos que elegir algunas de las obras más representativas, estas son:
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- La Puerta del Infierno de Rodin
- Los acuchilladores de parqué de Gustave Caillebotte
- La clase de danza de Edgar Degás
- Retrato del artista de Vincent van Gogh
- Mujeres de Tahití de Paul Gauguin
- Olympia de Édouard Manet
- El Ángelus de Millet
- Los nenúfares de Claude Monet.
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14. Comer viendo París desde el Sena
Nunca es mala opción pasear en barco por el Sena para aprovechar y comer algo mientras te muestran la ciudad desde otra perspectiva. Se trata de un plan romántico de los buenos. A quien le gusten los puentes este recorrido le parecerá una maravilla. Navega a través de la historia de la ciudad a lo largo de 13 kilómetros en los que pasarás por debajo de más de treinta puentes, desde los más antiguos construidos en piedra hasta los más sobrios y recientes. Es un paisaje soberbio.
15. De compras por Le Marais
Le Marais es el antiguo barrio judío. Desde el puente, dirígete hacia uno de los edificios más fascinantes de París, el Hôtel de Ville (está a 5 minutos) y callejea a partir de ahí por toda la zona. Verás que es un barrio selecto repleto de bonitos cafés, galerías de arte, boutiques de diseño y elegantes parques, además de una de las mejores zonas de shopping. Si quieres ir de compras la mayoría de tiendas están en Rue Vieille du Temple, Rue des Francs-Bourgeois, Rue Poitiou y Rue Charlot. Aunque ¡ojo!: vigila el bolsillo.
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16. La casa de Victor Hugo
Llegarás a la Place des Vosgues, la más antigua de París y otro punto imprescindible en tu callejeo por Le Marais. Fue inaugurada en 1612 con la fiesta de celebración del matrimonio entre Luis XIII y Ana de Habsburgo. Allí puedes sentarte a tomar un café con unos crepes, relajarte paseando entre sus hileras de árboles o visitar la Casa de Victor Hugo, cuya entrada es gratuita.
17. Un atardecer en Sacré Coeur
Ver una ciudad desde las alturas al atardecer es una experiencia mística. Una excelente sugerencia es ascender al Mirador del Sacré Coeur, una terraza ubicada a los pies de este emblemático templo de estilo bizantino, justo encima de la placita donde se encuentra el tiovivo de la película Amélie. A esas horas, muchos artistas se animan a acompañar con sus canciones la puesta de sol.
18. El lado oscuro de París
Bajo la ciudad de París se esconden 300 kilómetros de catacumbas que, durante la era romana, fueron minas de extracción de piedra caliza. Estas se convirtieron en el siglo XVIII en un cementerio, debido al exceso de cuerpos humanos en los demás cementerios locales. Una parte de este laberinto de galerías, criptas y pasadizos decorados con huesos y calaveras se puede visitar en un recorrido de 45 minutos no apto para cobardes. ¿Te atreves?
19. Cenar en un bistró
Una decisión acertada para cenar es el Polidor (41, Rue Monsieur-le-Prince), claro ejemplo de lo que llaman en Francia un bistró, una casa de comida francesa. Por él han pasado escritores como Paul Verlaine. Actualmente ofrece una comida tradicional como el boeuf bourguignon (carne de ternera) o la crema de calabaza. No cabe duda: no puedes estar en París y no entrar en un restaurante a comer un entrecot como dios manda. En todo caso, es una fabulosa manera de despedirse con un inmejorable sabor de boca de esta gran ciudad.
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20. La noche parisina: por dónde salir
Estamos en una de las capitales europeas que más se mueve al ponerse el sol. Las propuestas son infinitas en esta ciudad vibrante. Música, cócteles y mucho glamour en bares, discotecas, casinos o cabarets, y un número infinito de espectáculos y conciertos en directo. Después de cenar, es altamente recomendable caminar, dejarse llevar, ver París iluminada. Y para despedirse, una buena idea es asistir al show del Moulin Rouge (82 Boulevard de Clichy) de las once, que además este mismo octubre celebra su 130 aniversario con un espectáculo sin precedente. Toda una institución centenaria. Si no te va este tipo de espectáculos, encontrarás en la zona muchos locales donde tomar una copa.
21. Fiesta y música en un barco-discoteca
Para despedir la noche y la madrugada, qué mejor que en el muelle del río Sena, entre la Asamblea Nacional y el Museo Orsay. Aquí se encuentra anclado el Concorde Atlantique, un barco-discoteca con tres niveles: Salle Atlantique, Salle du Bas y una espectacular terraza con vistas a los jardines de las Tullerías, el Museo Orangerie y el puente Alexandre III. Puedes cambiar de ambiente según lo que te apetezca en cada momento. Muchas veces organizan noches temáticas con un rollo muy parisino.
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