4 rutas en coche por el norte de España
Al ponernos a pensar en los viajes que vendrán, normalmente nuestra imaginación vuela hacia el otro extremo del planeta. Es algo natural, instintivo, que forma parte de la condición humana. Tendemos a pensar que cuanto más lejos mejor.
Sin embargo, la situación actual nos ha hecho apreciar mucho más lo que tenemos más cerca. El norte de España, por ejemplo, cuenta con una gran variedad de opciones que conviene tener en cuenta. Son muchos los tesoros por descubrir. Al final resulta más sencillo, más rápido, más barato e, incluso, más bonito escaparse aquí al lado. Compensa ponerse manos al volante, plantarse en unas horas en nuestro destino y explorar a nuestro aire.
Para que lo consigas, te proponemos 4 rutas en coche: la primera por la Ribeira Sacra gallega; la segunda por Asturias y sus huellas de dinosaurios, la tercera por los sabores de Cantabria y, la última, por los acantilados de la costa vasca. Porque no olvides que no hay que ir muy lejos para vivir grandes experiencias viajeras.
La Ribeira Sacra gallega
Si todavía no has estado en la Ribeira Sacra, este año puede ser tu gran oportunidad. Hablamos del corazón de Galicia. Una zona que cuenta con uno de los paisajes más bonitos, misteriosos y salvajes del interior gallego. Situadas entre las provincias de Lugo (al sur) y Ourense (norte), estas tierras cuentan con dos grandes protagonistas: el agua y la uva. O dicho de otra manera, los impresionantes cañones del Sil —cuya forma recuerda a los fiordos noruegos— y el exquisito vino con denominación de origen propio. Si finalmente decides convertirlo en una ruta de fin de semana, en tu trazado no pueden faltar los siguientes pueblos: Quiroga, Castro Caldelas, A Teixeira, Monforte de Lemos, Carballedo, Chantada, O Saviñao y Portomarín.
Ten en cuenta que, pese a sus extraordinarios desniveles, es una región plagada de viñedos que se agarran a la ladera de los montes. No es de extrañar, pues, que a este procedimiento también se le conozca como "viticultura heroica", un calificativo que en toda Europa solo se puede aplicar al 5% de los viñedos. De todas maneras, este territorio también puede presumir de contar con un amplio y rico patrimonio, donde abundan los castillos, restos arqueológicos, pazos, puentes, monasterios e iglesias, de los que la mayor parte son auténticas joyas del románico.
Dónde dormir: el Parador de Santo Estevo es un antiguo monasterio del s. X reformado para convertirse en un hotel de lujo con un apetecible Spa. Se conservan aún elementos históricos como los tres claustros originales de estilos barroco, románico y renacentista. No dejes de visitar su restaurante, especializado en comida regional.
Siguiendo las huellas de los dinosaurios en Asturias
Esta es una escapada hacia el pasado en toda regla. Concretamente hacia el pasado más remoto: hace 50 millones de años, cuando los dinosaurios poblaban nuestro planeta... y Asturias. Aquellas bestias dejaron huellas de hasta 1,30 m de diámetro. Para observarlas, hay que recorrer los 60 kilómetros que unen las poblaciones asturianas de Gijón, Villaviciosa, Colunga y Ribadesella, donde se pueden visitar nueve yacimientos icnitas. El buen estado de conservación de los huesos, fósiles y huellas hacen que estos lugares sean ideales para el que quiera conocer el auténtico Parque Jurásico español.
La verdad es que se trata de una ruta muy adecuada para hacerla con niños. Aparte de los verdes paisajes asturianos, servirá para que los más pequeños aprendan algo de la prehistoria. Para ello, es recomendable empezar la escapada con una visita al Museo del Jurásico, próximo a la playa de la Griega, donde te explican de una forma muy didáctica la evolución de la vida desde sus inicios hasta la llegada del hombre prestando especial interés a la conocida como «Era de los Dinosaurios». El museo divide el espacio en tres períodos: Triásico, Jurásico y Cretácico, siendo la colección de vertebrados la más completa de España. Gran parte de estas pisadas pertenecen a especímenes cuadrúpedos y bípedos, carnívoros o vegetarianos. También de restos de tortugas, cocodrilos y reptiles marinos.
Dónde dormir: perteneciente a la prestigiosa colección de hoteles de Relais & Châteaux, el Hotel Palacio de Luces 5* Gran Lujo se encuentra en Luces, una tradicional aldea asturiana a menos de 4 km de Colunga. Ubicado en un edificio palaciego del s. XVI, que se ha renovado cuidando todos los detalles, es el alojamiento ideal para quienes desean disfrutar de instalaciones de lujo, fantásticas vistas y un entorno natural impresionante. La costa asturiana queda a menos de 5 minutos en coche.
La cuchara y el cocido cántabros
Mucho se habla de los restaurantes con estrellas Michelin o de la cocina creativa, pero si tenemos que centrarnos en un tipo de platos que llevan muchos años deleitando los paladares más exigentes de los españoles son el cocido, los guisos y los potajes. Y es que las comilonas con cuchara son manjares. En la Edad Media, el gran sabio Alfonso X no vaciló en alabar el guiso de garbanzos en sus famosas “Siete Partidas”. Y en ese arte, el de preparar cocidos, nadie le puede negar a los cántabros su maña. Cuando llega el frío es imposible ganarles en este terreno. Las legumbres, carnes, patatas y verduras se unen en la olla para traer placer a los sentidos.
El cocido montañés es un magnífico representante de la gastronomía tradicional de Cantabria. Sus ingredientes básicos son alubias blancas, berzas y patatas acompañadas de compango (costilla adobada, chorizo, morcilla y tocino). El cocido lebaniego es igual pero con garbanzos en lugar de alubias. No son platos complejos, ni especialmente creativos, sino que nacen de la cocina lenta, pausada y paciente. Hay varios itinerarios en cuyos restaurantes sirven cocidos para chuparse los dedos: parten de la capital Santander y luego se encaminan hacia el sur hasta los Valles Pasiegos, donde es recomendable parar en Esles y pedir un cocido en el restaurante El Cruce, inolvidable; luego, rumbo oeste al valle del río Nansa —muy cerca de San Vicente de la Barquera— está el pueblo montañés de Carmona desde donde pasaremos luego al Saja, en Ucieda, o el Valle de Cabuérniga y Bárcena Mayor. Finalmente acabaremos en Liébana, donde, como ya hemos mencionado antes, tienen su propia versión del cocido.
Dónde dormir: rodeado de jardines y a solo 5 minutos de las cuevas de Monte Castillo, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el Gran Hotel Balneario de Puente Viesgo es el lugar ideal para aquellos que desean relajar el cuerpo y la mente.
La Ruta del Flysch: de Zumaia a Mutriku por los acantilados de la costa vasca
Te sugerimos el País Vasco como destino para este otoño, concretamente la zona entre la costa de Bilbao y San Sebastián. Una magnífica ruta que tiene que ver con el mar y la importancia vital que adquiere para los habitantes de las tierras vascas. El Cantábrico es fuerte, tenaz y perseverante. Pero, sobre todo, es bello. Durante millones de siglos ha golpeado sin contemplaciones la costa y el resultado son unos paisajes únicos y una forma de vida genuina. Una clara muestra de lo que hablamos es el recorrido que va desde Zumaia hasta Mutriku, en la llamada la Ruta del Flysch (formación rocosa de origen sedimentario que se compone de una serie de capas duras intercaladas con capas blandas que han creado un paisaje soberbio). Son 20 kilómetros preciosos. Una escapada donde el mar y la montaña se unen, donde podremos pasar por playas solitarias y pueblos pesqueros y degustar una gastronomía marinera considerada de las mejores del mundo.
Para hacer esta ruta en principio no necesitamos muchos días. O sí; como siempre, dependerá de lo que te interese visitar. Lo suyo es combinar el coche con las caminatas: hacer paradas, observar desde los miradores, andar por la costa. De entrada, es aconsejable iniciar este recorrido en Zumaia, en cuya parte occidental aparece la punta Algorri, un mirador natural para observar las capas verticales del flysch y al que se llega tras un pequeño paseo desde la ermita de San Telmo y la playa de Itzurun (una maravilla al atardecer, por cierto). Más adelante, cogemos la N-634 y atravesamos valles y bosques para alcanzar Deba. Los acantilados más destacables son los de la zona de Sakoneta y Mendata. La ruta acaba en la población de Mutriku, por cuyas estrechas callejuelas aconsejamos pasear. Ten en cuenta que en estos acantilados se grabó parte de la última temporada de "Juego de Tronos”. Eso sí, hay que esperar a que baje la marea para verlos en todo su esplendor.
Dónde dormir: situado en la localidad costera de Getaria, el Usotegi está rodeado de viñedos y goza de espectaculares vistas a Txakoli. Aquí podrás disfrutar de la experiencia en un auténtico caserío vasco, donde la calma y el relax -además de la naturaleza- son los protagonistas. Queda a menos de 15 minutos de los acantilados de Zumaia.