48 horas en Palma de Mallorca
¿Por qué ir? Para empezar, ha sido premiada como la mejor isla de España, la segunda mejor de Europa y la sexta del mundo, según los premios Travellers Choice de Tripadvisor. Mallorca se sitúa por delante de islas como la tailandesa Phuket, Bora Bora o la brasileña Fernando de Noronha. Y entonces, ¿para que irse más lejos?...
Por si eso fuera poco, en el 2015 Palma de Mallorca fue elegida como la mejor ciudad del planeta para vivir, según The Times. Esta prestigiosa revista la proclamó como número uno de su lista de 50 ciudades con mejor calidad de vida.
En Mallorca hay más de 300 calas y playas. De arena blanca, de piedras, familiares, salvajes, para practicar el surf… En Mallorca hay playas para todos los gustos. En el corazón de la Sierra de Tramuntana, escondida entre enormes acantilados y un bosque, encontraréis la Cala Deià (en la foto).
Con vistas a una bahía en forma de media luna, el centro de Palma ha sido diseñado por romanos, moros y cristianos y en sus entrañas se levanta una imponente catedral gótica y un casco antiguo en forma de laberinto.
Si no te decides entre un ambiente urbano o una escapada a la playa, Palma ofrece lo mejor de ambos mundos y tiene mucho para ver y hacer en 48 horas. Apunta.
Día 1
Llegada: el aeropuerto de Palma de Mallorca (PMI) se encuentra a solo 8 kilómetros al este de la capital. Un autobús lanzadera sale cada 15 minutos desde el aeropuerto hasta el centro de Palma y el viaje dura unos 18 minutos. Las paradas más populares incluyen el Puerto de Palma y el principal centro de transporte de la ciudad, Plaça d'Espanya. Los billetes cuestan 2€ por trayecto. Un taxi te costará alrededor de 17€.
10 de la mañana: para empezar el día con dulzura, no hay nada mejor que un toque de azúcar en Ca'n Joan de S'Aigó (en la foto), un café atmosférico que se remonta al año 1.700. Haz como un mallorquín de pura cepa y pide una ensaimada, un pan dulce esponjoso mallorquín que está espolvoreado con azúcar o relleno de crema y (es una opción) sumergido en chocolate caliente espeso. El artista Joan Miró era un habitual aquí.
¿Y cuál es el origen de la ensaïmada? El saïm es la manteca de cerdo que le ha dado su nombre, los hay que aseguran que tiene orígenes judíos, mientras que otros los atribuyen a los árabes. Lo cierto es que se ha convertido en el símbolo de la isla y no te puedes marchar si una bajo el brazo.
Sugerencia: el bus turístico. Como siempre, el bus turístico (de dos pisos) es una magnífica solución para el que tenga poco tiempo y necesite una toma de contacto rápida con la ciudad. Se puede subir y bajar tantas veces como se quiera. Hay 16 paradas y se tardan unos 80 minutos en hacer la ruta completa.
1 de la tarde: cuando hemos caminado mucho, se agradece un paseito por las laberínticas calles del casco antiguo de Palma para ver algunos de los principales lugares de interés de la ciudad, incluida su catedral gótica, La Seu (en la foto principal). No hay mayor ejemplo de la rica y diversa herencia de Palma que esta obra maestra del siglo XIII que fue construida en el lugar donde había una mezquita de la era árabe y fue parcialmente restaurada por el insigne arquitecto Antoni Gaudí en 1.901
Frente a la iglesia se encuentra el Palau de l'Almudaina, un fuerte islámico convertido en palacio donde la familia real española solía pasar los veranos. En su interior podrás contemplar pinturas históricas, tapices y habitaciones profusamente decoradas.
Sugerencia para comer:El Celler Sa Premsa en Plaça del Bisbe Berenguer de Palou, 8.
4 de la tarde: mientras que el casco antiguo es un laberinto de calles adoquinadas y callejuelas estrechas, el Passeig des Born es una avenida arbolada flanqueada por boutiques de diseñadores como Louis Vuitton y Mulberry. Es un recorrido repleto de casas señoriales, destacando el Centro de Exposiciones, Casal Solleric, palacio de mediados del siglo XVIII de estilo barroco. Luego hay que encontrar un momento para sentarse a la sombra, cerveza en mano, en uno de los muchos cafés del paseo.
Desde aquí puedes poner rumbo hacia el puerto para tomar un poco la brisa marina antes de la cena. Camina un ratito por el paseo entre el Parc de la Mar (no te pierdas el colorido mural de Joan Miró) y el deslumbrante puerto deportivo bordeado de veleros y megayates.
7 de la tarde: a 15 minutos caminando desde Palma, puedes llegar a Portixol, antiguo pueblo pesquero (en la foto) que ha sufrido una transformación importante durante los últimos años, convirtiéndose en uno de los lugares más populares cerca de Palma. Su paseo marítimo bien merece un paseo. Encontrarás todo tipo de restaurantes y bares que lo convierten en una de las paradas obligadas para visitantes y residentes.
9 de la noche: la selección donde escoger restaurantes y bares de Palma se encuentra en Santa Catalina, un barrio artístico al oeste de la galería Es Baluard. Este antiguo distrito de pescadores alberga un animado mercado de alimentos, modernos locales de tapas y muchas opciones de restaurantes al aire libre.
Sugerencias para cenar algo o tomar una copa:
- Taberna de la Bóveda para tapas tradicionales
- Nuru para platos sofisticados de fusión mediterránea y asiática
- Bar Cuba en la calle Sant Magí, con dos ambientes, arriba bar de copas y restaurantes, y en la planta de abajo, discoteca
Día 2
9 de la mañana: para obtener las mejores vistas de Palma, hay que recorrer unos tres kilómetros al oeste de la ciudad hasta el Castillo de Bellver (en la foto). Este fuerte de estilo gótico fue construido para el rey Jaime II de Mallorca en el siglo XIV y es uno de los pocos castillos circulares de Europa (es el único de este tipo en España). Desde su posición en la cima de una colina se puede disfrutar de espectaculares vistas de los bosques que descienden hacia Palma y hacia el mar, y mejora especialmente el tema si se sube al tejado. Y si quieres descubrir los orígenes de la ciudad, en la planta baja se encuentra el Museo de Historia Municipal.
12 del mediodía: de vuelta en la ciudad, te recomendamos que te des una vuelta por las galerías de arte de la ciudad y veas las obras de algunos de las mejores mentes creativas de España. La colección permanente del Museo Fundación Juan March presenta piezas de la talla de Picasso, Dalí y Miró, todas ubicadas en una mansión del siglo XVII con un exterior modernista.
Más de 20 pinturas del pintor surrealista Salvador Dalí se exhiben en el Palau March Museu (en la foto), donde también encontrarás esculturas de grandes artistas modernos como Henry Moore y Barbara Hepworth. Es Baluard es una galería contemporánea construida en las murallas medievales de la ciudad y presenta obras de artistas sinónimas de las Islas Baleares. Ah, y no te vayas sin echar un vistazo a las impresionantes vistas desde la terraza.
1 de la tarde: si te gustan los mercados de abastos de toda la vida, te sugerimos una vuelta por el Mercat de l'Olivar (971 72 03 14; horarios de 7.30 a 14.30h, salvo viernes y sábados que abren hasta las 20h), que tiene 60 años de historia. Hay unas tapas excelentes de todo tipo. Pescado y marisco, embutidos y verduras.
Sugerencia: una muy buena opción es luego tomarse una horchata de almendra en Ca'n Miquel.
4 de la tarde: abandona la crueldad de los zapatos y siente la arena entre los dedos de los pies con un escapada por la tarde a la playa. El tramo de arena más cercano a la ciudad es la Bandera Azul Ca'n Pere Antoni (en la foto). Puede ser pequeño, pero hay bares y restaurantes en el extremo oriental de la playa y su ubicación urbana ofrece impresionantes vistas de la catedral. A los que tengan ganas de actividad pueden probar suerte con los deportes acuáticos y el paseo de la playa es ideal para ir en bicicleta, patinar y correr.
7 de la tarde: para despedirte de Mallorca, llévate algún que otro recuerdo con las especialidades mallorquinas en el Mercado Gastronómico San Juan, el primer mercado de alimentos gourmet de Palma. Este punto culinario “foodie” se encuentra en el antiguo matadero de la ciudad y cuenta con alrededor de 20 puestos que venden delicias españolas, como fideuá, una especie de paella hecha con fideos y pintxos de estilo vasco. También hay una pastelería, un bar de cócteles y un puesto dedicado a las croquetas.