5 playas de Cantabria (y hoteles cercanos) que querrás descubrir este verano
Envuelta entre el rugir de las olas de su brava mar y la calma de sus verdes praos, Cantabria es esa joya que continúa desconocida a ojos de tantos, pero que sus gentes guardan como un tesoro. La Tierruca es un viaje sin vuelta, un camino que invita a comprender lo esencial, la paz y tranquilidad de lo natural. Una tierra de historia guerrera y vestigios celtas muy inculcados, de gente amable y acogedora, dispuesta a enseñar que Cantabria es mucho más que sus anchoas (aunque su gastronomía merece su buena fama). El viento del norte guía a quien la visita a perderse por sus valles verdes pronunciados y a despertar un deseo constante por acercarse a la mar, impregnarse de su olor a sal y dejarse impresionar por la bravura de sus aguas.
Este verano queremos invitarte a que te dejes llevar y olvides esa idea de que ir a la playa solo sirve para huir de la rutina. Las playas cántabras evaden, así como crean nuevas experiencias y sensaciones. Un vistazo a cualquiera de ellas trasmite calma, respiro, meditación. Te recomendamos que visites estas 5 playas de Cantabria -y sus hoteles cercanos- y calmes ese anhelo de descubrimiento y aventura.
Playa de Oyambre (Valdáliga)
De arena blanca y fina y aguas color esmeralda, la playa de Oyambre esconde secretos que, si te despistas, pasarán desapercibidos ante tus ojos. Desde esta extensa playa, una de las más populares de Cantabria, se puede observar al atardecer de forma efímera el rayo verde que encandiló a Julio Verne. El poeta francés lo definió como “un verde que ningún pintor puede obtener en su paleta, un verde cuya naturaleza no se encuentra ni en los variados verdes de los vegetales ni en las tonalidades de los mares más transparentes, un verde que sin duda era el verde de la esperanza”.
Oferta alojamiento: para que puedas descubrirlo por ti mismo y conocer una de las zonas más espectaculares de Cantabria, te recomendamos que te hospedes en el hotel Posada La Solana Montañesa. Este hotel rural se encuentra a solo 650 metros de la playa y en pleno centro de Comillas, uno de los pueblos más famosos e interesantes de Cantabria. Además, cuenta con vistas a dos de las joyas de la localidad: el Capricho de Gaudí, la obra más destacada del arquitecto modernista fuera de Cataluña, y el Palacio de Sobrellano.
Playa de los Locos (Suances)
Escondida entre acantilados y vigilada por el faro de Suances, la playa de los Locos es uno de los máximos exponentes de la bravura de la mar cántabra. Expuesta a mar abierto, su oleaje atrae tanto a surfistas hambrientos de olas altas como a curiosos que quieren dejarse impresionar por la fuerza de la naturaleza. Eso sí, hay que prestar mucha atención, ya que las mareas suben y bajan con la misma intensidad y la pleamar esconde casi por completo su arena fina y dorada. Además, conviene no solo echar un vistazo hacia el agua, sino también al interior, donde asoman resplandecientes los Picos de Europa y, depende de la época, sus puntas blancas llenas de restos de nieve.
Oferta alojamiento: para descubrir al máximo la playa de los Locos, te recomendamos alojarte justo enfrente, en lo alto de los acantilados. El Hotel El Castillo de Los Locos se emplaza en un pequeño castillo del siglo XIX que cuenta con una posición privilegiada, ya que pocos hoteles pueden presumir de tener vistas directas al Cantábrico y sus playas. Además, se trata de un hotel de diseño con solo 9 habitaciones, por lo que recomendamos que no te lo pienses mucho y reserves cuanto antes.
Playa de la Arnía (Piélagos)
A solo 15 minutos de la capital, se encuentra una de las joyas mejor guardadas de Cantabria: la playa de la Arnía. Esta pequeña playa de apenas 200 metros guarda una de las vistas más impresionantes y diferentes de la costa cantábrica, con formaciones rocosas que emergen del mar y muestran el paso del tiempo y la abrasión. Este monumento natural se enclava en el Parque Geológico de la Costa Quebrada y es una oportunidad única de presenciar la geología en acción y el poder de cambio de la tierra.
Oferta alojamiento: apenas a 2 kilómetros de la playa de la Arnía, te recomendamos hospedarte en el Hotel rural El Jardín, en Soto de la Marina. Este hotel moderno y rodeado de jardines es el punto de partida perfecto para conocer toda la Costa Quebrada, desde la Bahía de Santander a Puerto Calderón, con algunas de las playas y acantilados más escarpados y salvajes del litoral cantábrico.
Playa de Somo (Ribamontán al Mar)
Una extensa lengua de arena blanca que se asoma al interior de la Bahía de Santander y confronta la península de la Magdalena, así se presenta la playa de Somo, una de las más populares y conocidas de Cantabria. De arena blanca y fina, se trata de una de las tres playas que juntas conforman el arenal más extenso de la provincia. Esta playa urbana destaca entre los surfistas por su oleaje e instalaciones pensadas para sacarle el máximo rendimiento a este deporte. En sus inmediaciones se puede alquilar todo tipo de material para practicar deportes acuáticos o asistir a escuelas especializadas.
Oferta alojamiento: ya sea para coger las mejores olas o simplemente para disfrutar de una estancia tranquila en una de las zonas más populares de Cantabria, te recomendamos que te alojes en La Casona de Suesa, una típica casona cántabra rodeada de un amplio prao de 3.000m de jardines. En ella podrás encontrar no solo un espacio de descanso, sino toda una experiencia local, en una fusión de decoración típica y comida tradicional.
Playa de Berria (Santoña)
Escondida entre marismas y corrientes de agua, la playa de Berria es ideal para un baño tranquilo y un día relajado frente al mar. De arena fina y blanca y casi 2 kilómetros de extensión, destaca entre los bañistas por sus condiciones ambientales e instalaciones. Su calidad del agua, seguridad y servicios han servido para conmemorarla con la distinción de Bandera Azul y es la opción preferida para familias con niños que quieran desconectar en plena naturaleza. Además, al formar parte del Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, puede apreciarse una vegetación verde y una fauna particular.
Oferta alojamiento: para poder exprimir los días de playa, te recomendamos hospedarte frente a la playa de Berria en la Posada Las Garzas. Este alojamiento rústico se encuentra a solo 5 minutos de Santoña, uno de los pueblos más conocidos de Cantabria, que destaca especialmente por su gastronomía, sus anchoas y sus edificaciones medievales. Además, te recomendamos que no te pierdas la ruta senderista del Faro del Caballo, situado en lo bajo de un acantilado del monte Buciero, y que consiste en descender casi 700 escalones para encontrar una de las mejores vistas de Cantabria.
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