5 escapadas desde Madrid (a 1 hora o menos)

04, 11, 2019

Madrid es una ciudad enorme, diversa y seductora. Pero al mismo tiempo te absorbe y, muchas veces, no te deja respirar. Es como una fuerza centrífuga que atrae todo lo que quiere huir hacia afuera. Si no espabilas, puedes quedarte atrapado en el interior de su belleza. Así que hay que escapar de su dominio. Y cualquier momento es bueno.

Aquí te proponemos 5 escapadas "exprés" (o, en otras palabras, escapadas de fin de semana) para que explores los pueblos, la cultura o la naturaleza que rodea a esta maravillosa ciudad.


Escapada con cocido en Chinchón – 47 kilómetros al sureste

La Plaza Mayor de Chinchón (y sus 234 balcones) suele encontrarse entre las más bonitas de España. Sin olvidarnos, desde luego, de la Torre del Reloj (siglo XIV), el Castillo de los Condes y el Convento de San Agustín, que acoge actualmente el Parador de Chinchón. Precisamente en el restaurante de este establecimiento, El Bodegón, sirven uno de los platos más apreciados y genuinos de la gastronomía popular de Madrid: el cocido de taba. De hecho, han recuperado la antigua receta y está para chuparse los dedos. Comérselo allí, bien vale una escapada.

Y, si te animas, no dejes de reservar una de las habitaciones del Parador para pasar la noche: no todos los días se puede dormir en un antiguo convento agustino.

Plaza Mayor de Chinchón (Borislav, Getty Images)


Ruta de los Pueblos Negros – 60 kilómetros al nordeste

Si coges el coche y te diriges a la provincia de Guadalajara, a una hora de Madrid, podrás hacer una de las rutas más aconsejables para los que se escapen de la capital. El recorrido circula por un valle donde sus típicos pueblecitos, con sus fachadas de pizarra, se mimetizan con el entorno. La arquitectura popular de esta zona se denomina "arquitectura negra" precisamente por eso, por el color oscuro de los materiales empleados en la construcción de sus edificios, que presentan el color típico de la pizarra.

El pueblo de Tamajón es conocido como la puerta de entrada a esta ruta singular. Resulta muy bucólico. El camino nos llevará por un paisaje de riachuelos y robledales, salpicado por una decena de pueblecitos entre los que destacan Cogolludo, Campillo de Ranas, Majaelrayo, Almiruete, Retiendas y Valverde de los Arroyos.

Si decides hacer noche por la zona, te recomendamos los Apartamentos Rurales Señora Clara, a 12 km de Retiendas. Quienes ya se han alojado aquí los puntúan con un 10.

Panorámica de Cogolludo, en Guadalajara (foto de Toya Guerrero en Flickr)

Un día en Toledo – 70 kilómetros al sur

La ciudad de Toledo es una excursión clásica para los madrileños. A menos de una hora en coche, cuenta con todos los alicientes que merecen la pena para dar un agradable paseo por esta maravillosa ciudad histórica. Por algo la llaman “la ciudad de las tres culturas”. Envuelta por sus murallas, cuenta con una privilegiada ubicación a orillas del río Tajo. Sus viejas y estrechas calles han visto pasar a la comunidad cristiana y musulmana, con presencia judía en ambas épocas.

Dedicarle un día (o, si es posible, más) es casi obligatorio. Es de esos lugares en los que te sumerges casi sin querer. Impresiona su majestuosidad, el magnetismo que irradia su protagonismo en la historia de la España Imperial y cómo conserva tal cual el mismo trazado que presentaba durante la Edad Media. No en vano, su casco antiguo fue nombrado Patrimonio de la Humanidad. La Catedral Primada, la Mezquita del Cristo de la Luz y las Sinagogas del Tránsito y Santa María la Blanca son varias de las visitas que forman parte de un agradable paseo. Además, por supuesto, del Alcázar, en la colina más alta de la ciudad.

Si Toledo te atrapa y decides quedarte más de un día para disfrutarla también por la noche, te recomendamos alojarte en la antigua casa del guitarrista español Paco de Lucía reconvertida actualmente en un encantador hotel boutique, el Entre Dos Aguas. Su ubicación es excelente, a tan solo 500 metros de la Casa Museo de El Greco y de la Puerta del Sol de Toledo.

Detalle de una calle de Toledo (foto de silviadovega en Unsplash)

Segovia y un buen cochinillo – 96 kilómetros al noroeste

"Monumentos, parajes y museos que sorprenden hasta al castellano más recalcitrante" (Traveler). Estas son muy buenas razones para hacer una escapadita a Segovia. Pero nosotros añadimos una más: justo debajo del archiconocido acueducto, tiene lugar una de las experiencias gastronómicas más solicitadas de España: el cochinillo del Mesón Cándido. Es toda una ceremonia. Y tú no te la debes perder.

Y como un plato de ese calibre merece una digna digestión, nada mejor que hacer noche en el Eurostars Plaza Acueducto, ubicado -como su nombre indica- justo enfrente del emblemático acueducto.

Acueducto de Segovia (foto de Marco De Hevia en Unsplash)


Consuegra y los Molinos de viento – 120 kilómetros al sur

Si pones rumbo en dirección sur desde Madrid y coges la A-4 durante aproximadamente una hora y media, te encontrarás con los maravillosos paisajes manchegos y el encantador pueblecito medieval de Consuegra. El castillo de la Muela y 12 molinos de viento magníficamente conservados se yerguen sobre una colina conformando un paisaje eminentemente quijotesco. Es un viaje al pasado. Sentarse y contemplar ese paisaje al atardecer es una de las experiencias con más magia que existe. La Plaza Mayor de Consuegra también es una visita imprescindible, ubicada en el mismo lugar donde se encontraba el antiguo foro romano, con sus edificios históricos como el Palacio de San Gumersindo, Los Corredores y el Ayuntamiento de estilo renacentista.

Si buscas alojamiento en la zona, te recomendamos El Patio de los Jazmines 5* para una verdadera experiencia manchega. Ofrece piscina exterior de temporada y habitaciones exquisitamente decoradas.

Molinos de Consuegra, Castilla La Mancha (foto de Jorge Fernández Salas en Unsplash)

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