A la caza del vuelo más barato

29, 07, 2018

Hay gente que, simplemente, viaja porque toca o porque llega el mes de agosto y no saben qué hacer o porque les gusta contarlo. Y hay gente que lo lleva en la sangre. Es un instinto. Lo necesitan para vivir. Y mucha de esta gente, van justos de presupuesto. Pero, claro, no están dispuestos a renunciar, por lo que buscan soluciones. O en otras palabras, buscan vuelos megabaratos.

David es uno de ellos. Quiere viajar como sea. Es un trotamundos. Y lo cuenta en su blog www.deprontoabordo.com. Lleva 36 países visitados y quiere más. Empezó a buscar chollos cuando era estudiante y le gustó tanto que asegura que se ha convertido en una especie de friky. Dice que cada dos por tres le suena una notificación con nuevas ofertas de vuelos o que incluso forma parte de un grupo de whatsapp donde se van comentando nuevas rutas y la entrada de competidores en los destinos más apetecibles. Lo dicho: una obsesión.

David López, editor del blog De Pronto a Bordo

¿Cómo puedo encontrar un vuelo megabarato?

Lo importate es ser algo flexible en horarios o fechas. Los puentes y vacaciones escolares, como es obvio, suben muy rápido de precio. Lo ideal es tener tus fechas más o menos claras y saber qué destinos te apetecen y a cuáles no quieres ir o volver. Sabiendo esto, lo mejor es usar varios buscadores (Skyscaner, Kayak, GoogleFlights...) y establecer diferentes alertas que nos van llegando al e-mail. También es importante saber en qué webs no reservar, ya que muchas acaban inflando los precios. Luego, recomiendo crear una cuenta de e-mail dedicada a spam permitido. Es decir, darte de alta en todo tipo de boletines de novedades, webs de chollos para viajar... etc. Según van llegando los e-mails, entrar rápido a echar un vistazo si nuestro destino ha bajado repentinamente de precio, y listo. Otro truco es hacerse con una tarjeta de crédito de alguna aerolínea y sumar puntos con sus programas de afiliados. Acabas rascando vuelos muy económicos.


Cuéntanos algún caso real

Hace exactamente un año acabé en islas griegas pagando solo 80€ por 3 vuelos gracias a los puntos de la tarjeta de una aerolínea. Había estado gastando con ella durante un par de años en prácticamente todas mis compras diarias. Eso suma muchos puntos sin cambiar tus hábitos. Volé a Samos a la ida vía Viena (donde me quedé un día disfrutando sus museos), y a la vuelta volé hasta Alemania, donde iba a una exposición de arte contemporáneo única que se celebra cada cinco años. Pues bien, estaba en Santorini, la última isla del verano, tomando un último cappuccino freddo antes de irme al aeropuerto y me entró una notificación de una tarifa error (o al menos extraordinariamente baja...). Se trataba de una semana en Costa Rica pagando solo 280€ por los vuelos. Entré a ver disponibilidad para mis siguientes vacaciones largas. Pese a que era agosto, Navidad ya lo había reservado a República Dominicana (escapando del all inclusive) por 300€ ida y vuelta desde Barcelona, pensé en Semana Santa del año siguiente. Las fechas cuadraban y no tardé ni tres minutos en reservar (curiosamente con la misma tarjeta con la que acumulo puntos para luego cambiarlos por vuelos). Por menos de 600€ iba a cruzar el charco dos veces en 4 meses, en las fechas más complicadas: ¡Navidad y Semana Santa!


¿Qué son las tarifas error?

Es el momento en el que los sistemas de reservas se vuelven locos (o alguien toca algo que no debe) y surgen las "tarifas error". Alitalia tuvo un annus horribilis con varios errores garrafales: Latinoamérica y Canadá por 300€, viajes a Tokyo por 121€ ida y vuelta, descuentos de 100€ aplicándose en toda su red (por no aplicar restricciones en una promoción dirigida normalmente al mercado Japonés para volar a Europa), etc. De esta tarifa error saqué mi viaje a Canadá  (la primera vez que cruzaba el Atlántico) por 300€ también. El sistema de tarifas y temporadas es complicado. Por ejemplo, en mi segundo viaje a Estados Unidos, conseguí un vuelo a la Costa Oeste (esto son 13 horas de avión) por 400€ ida y vuelta con KLM y AirFrance. Por aquel entonces el low cost no cruzaba el Atlántico, pero el sábado de Semana Santa daba un error y daba igual escoger Los Ángeles o San Francisco: los vuelos caían de 800€ a 400€ ida y vuelta. No son súper gangas, es verdad, pero no es difícil pagar ese dinero por vuelos dentro de Europa ¿te imaginas pagarlo para irte a 9.500 km más lejos?


¿Alguna otra manera de encontrar un chollo? 

Los mejores chollos también aparecen cuando una aerolínea abre una nueva ruta. Necesita darse a conocer y estimular la demanda. Si una aerolínea entra en una ruta con competencia, seguramente haya una respuesta que fuerce todos los precios a la baja. Hay ocasiones en las que ves a las aerolíneas batallar un año entero en precio por quedarse una ruta en monopolio. Mientras ninguna de ellas tire la toalla, toca aprovecharse como consumidor si el destino está en nuestra lista de deseos. A veces el mejor momento no es el día que ponen los vuelos a la venta, pero sí a los dos o tres días, cuando lanzan las grandes promociones de lanzamiento. Siempre que leo en el periódico o los foros en internet que se va a abrir una ruta que me interesa, echo un vistazo. Suelen surgir posibilidades, sobre todo de cara a puentes, pues no todas las aerolíneas ajustan las fechas más calientes desde el principio. Para dichas fechas calientes, hay un momento también ideal: cuando se pone a la venta toda la temporada siguiente. No todas las aerolíneas lo anuncian, pero si lo hacen, es el momento de analizar en detalle lo que ofrecen. También, cuando ponen a la venta una temporada que no estaba cargada es el momento de gastar las millas, pues los asientos que se reservan para vuelos de premio son limitados.


Y con los billetes de avión, ¿también se puede ir de rebajas?

Sí, claro, como con la ropa, es también una muy buena opción. En enero y septiembre suelen surgir las grandes ofertas de las aerolíneas. Coincide con el fin de dos temporadas altas (Navidad y verano) en el que necesitan estimular las ventas al máximo. El famoso cinturón de Iberia de enero me llevó a Panamá por 300€ (incluyendo seguro de viaje), o el Travel Festival de Qatar, también en enero, a Australia por 690€ ida y vuelta. En el ejemplo de Australia se juntan dos factores: la oferta de enero y las nuevas rutas a Australia que estaban promocionando.

Ah, y también hay que estar atentos a las convulsiones que afectan al mercado. En otoño quebraba definitivamente AirBerlin y su filial austriaca NIKI. Esto significaba unos 100 aviones menos en el mercado. Todas han corrido a quedarse con las migajas de una gran aerolínea (y que a mi me llevó a Islandia y otros países escandinavos a precio de taxi). Hace unos días veíamos a LEVEL con vuelos a 1 céntimo en su red de vuelos desde Viena. Fueron los últimos en confirmar una base de operaciones en la capital austríaca, después de que easyJet, Wizzair, Eurowings y Laudamotion se hubiesen lanzado a por el mercado más vacacional. Ser los últimos y tener tan poco tiempo para llenar los vuelos les ha hecho ofrecer gangas con mucho ruido para darse a conocer en un mercado totalmente nuevo para una marca muy joven en Europa. De la batalla por hacerse con el mercado alemán he reservado mis vuelos a Croacia y Grecia en pleno mes de julio y agosto por 25€ las idas, pasando por mi segunda casa, Berlín. Por cierto, un viaje que estaré disfrutando mientras se publica esta entrevista.


Y cuando vaya a reservar un vuelo barato, ¿necesito mucha antelación?

En circunstancias normales, si no es un caso de oferta de esas que la tomas o la dejas, si quieres reservar un vuelo por Europa, el mejor momento para comprar suele ser de 6 a 8 semanas antes de la salida de los vuelos. Para ir más lejos -vuelos transoceánicos- lo ideal es reservar con 4 a 8 meses de antelación. Lo he leído en muchos sitios y de momento se cumple bastante según mi experiencia. Si pretendes escaparte un puente, necesitarás anticiparte y no pensarlo demasiado.


¿Cuándo sabes que has encontrado un buen chollo?

Los tiempos de los vuelos a 1 céntimo han pasado, en principio, a la historia (aunque LEVEL ha tenido que tirar de ellos recientemente). Dentro de Europa, cualquier ida y vuelta por menos de 60€ es para no pensárselo mucho. Todo lo que pueda bajar de precio, no será mucho. Y cualquier vuelo intercontinental por 300€ seguramente no acabe siendo más barato, salvo tarifa error. Aquí mi mejor aliada es la gráfica de seguimiento de precios de Google Flights. Si estoy a menos de 8 semanas de volar y el vuelo está en el precio más económico del histórico, es el momento de reservar. Si ves en la gráfica que el destino ha ido escalando y ha descendido repentinamente, también es el momento de comprar. Otra pista la suelen dar los asientos reservados. No todo el mundo escoge asiento, pero si haces la simulación de selección (siempre puedes darle a cancelar y no pagarlo) y ves que ya hay una veintena o treintena de asientos seleccionados, es que el vuelo se está vendiendo con facilidad. Si el precio te convence, es un buen momento para pagar. En cambio, si ves que el precio es elevado y no hay muchos asientos reservados, tal vez no es mala idea esperar (significa que les cuesta vender la ruta, o que lleva pocos días a la venta). En los destinos más vacacionales, es difícil conseguir ofertas, salvo este año que, tras la quiebra de AirBerlin, el Adriático y el Egeo estuvieron tirados de precio.


¿En qué webs o apps sueles buscar estos chollos?

Yo tengo todas las apps de las principales aerolíneas de mi ciudad instaladas. Conozco más o menos las rutas que operan y voy entrando para ver precios. Otros buscadores más globales (SkyScanner, Kayak...) te ofrecen las alertas por e-mail, pero no está de más tenerlas instaladas. Y luego hay webs que van anunciando gangas de todo tipo a destinos de toda índole. Desde el mercado nacional (Baleares por 20€ ida y vuelta), tarifas error para cruzar el mundo o packs vacacionales de chiste (a veces en paraísos del trópico). Cuando vivía en Alemania leía más opciones, pues el mercado de la touroperación allí es muy grande y sacaban paquetes más agresivos cuando un destino no lo llenaban.


Vale, ya hemos llegado al destino volando a un precio imbatible. ¿Y, ahora, cómo podemos seguir gastando poco?

Una vez en destino, yo suelo organizarme de manera muy espontánea. Reservo solo las noches clave, por ejemplo después de un vuelo, y así me aseguro tener donde dormir. Luego no me importa improvisar, a no ser que vea que el alojamiento se dispara. Y en cuanto al alojamiento, varía mucho. Si viajo solo opto por opciones más económicas (que no gustan a todo el mundo), como compartir habitación en algún buen hostal (sí que pago un extra para ir a los mejores valorados). ¿Qué roncan?... pues sencillo, se soluciona con unos tapones. También recurro a plataformas como Couchsurfing (alojamiento gratuito en casa de gente muy altruista con ganas de compartir experiencias) o plataformas como GuestToGuest o NightSwapping, sin beneficios económicos para el que te aloja. Se basan en el intercambio de puntos. Si alojas a alguien, ganas saldo que puedes gastar en tus próximos viajes. Si viajo acompañado, lo más habitual es que acabe en un apartamento (por lo de poder cocinar), o bien en un hotel, ya que al viajar con más gente el precio de una habitación privada es muy similar al una cama en dormitorio compartido.


¿Y cómo te mueves una vez en destino?

Suelo moverme en transporte público, por lo que soy consciente de los horarios grosso modo y me anoto siempre los últimos buses, trenes o ferries para evitar quedarme tirado (nunca me ha pasado, toco madera). Si alquilo coche, es importante recordar que la mayoría de compañías de alquiler de coches no te penalizan si devuelves el coche en diferentes puntos, pero siempre dentro del país. Por ejemplo, en Islandia hicimos una ruta de una semana, devolvimos el coche 600 km más allá de Reykjavik y cogimos un vuelo doméstico para regresar a la capital. ¡Nos salía más a cuenta que perder tantas horas de conducción! A la hora de comer, me suelo permitir una buena comida al día, pero fuera de las calles más céntricas o turísticas. Girar la esquina hace que se reduzca sustancialmente el precio, mejore el trato al cliente, se esté más tranquilo y, seguramente, la comida sea igual o mejor.

***Este artículo es fruto de la colaboración entre Travelzoo y La Vanguardia.com***

Más ofertas y recomendaciones