Cómo disfrutar de Madrid cuando se pone el sol
Patsy Montiel, creadora del blog Madrid Seduce, nos propone recorrer las calles de la capital de España en 10 tentadoras experiencias para disfrutar cuando se pone el sol.
Y es que en Madrid todos los días hay novedades: la inauguración de un bar, la apertura de un restaurante, una nueva barra en la que brindar con cócteles de autor, una taberna de alma castiza o la creación de cualquier espacio o concepto vanguardista. En fin, la declaración de intenciones de una ciudad que parece no dormir y que nos muestra su lado más efervescente justo cuando se pone el sol.
Es una ciudad donde habitan más de 3 millones de personas y la visitan más de 12 millones de turistas cada año. Madrid es hoy una de las capitales gastronómicas y de ocio mundiales, su espíritu seductor y cosmopolita vibra en nuestros corazones y en el de todos los que la visitan. Es cosmopolita de día y de noche, viaja de lo castizo a lo moderno, saca nuestro lado más hedonista. Nos convierte en noctámbulos y es en ese preciso instante cuando nos atrapa irremediablemente. Si viajas a Madrid, he seleccionado diez experiencias urbanas para hacer de tu noche algo memorable.
Barrio de las Letras, con sabor a cócteles
El mítico barrio donde vivió Cervantes y que históricamente rinde culto a las letras, se ha transformado en un caleidoscopio de tendencias. La irrupción de nuevas coctelerías, restaurantes, tiendas y hoteles lo convierten sin duda en una de las zonas más sibaritas y telúricas.
Empecemos por el principio. Salmón Gurú, recién elegido como uno de los 50 mejores bares del mundo (ocupa el número 47), es la coctelería a la que todos quieren ir. Su artífice, el prestigioso bartender argentino Diego Cabrera, ha logrado posicionarla como un “templo” a visitar y un imprescindible en la noche madrileña.
Su espíritu disruptivo suma unos cuantos elementos que la hacen merecedora del puesto número uno de esta bitácora: su creativa y cuidada carta de cócteles clásicos y de autor, su alma innovadora, la maravillosa banda sonora que acompaña, una estética definida por su eclecticismo y elegancia desenfadada; y un equipo de lujo que reúne a los mejores.
Además, su propuesta gastronómica cuenta con una deliciosa carta de platos para compartir y que marida a la perfección con la coctelería. En su piso inferior, con cuevas bicentenarias de ladrillo visto, habita una “carta negra” de espirituosos de edición limitada para el público más connoisseur. Cabrera no lo ha podido expresar mejor: “A través del conocimiento exhaustivo del mundo de la mezcla y siguiendo un camino propio, alejado de modas y corrientes, pretendemos dejar nuestra huella en el mundo”. Toda una declaración de intenciones que hacen de Salmón Gurú una experiencia singular e inolvidable.
El Madrid más clásico
De los mismos creadores de Salmón Gurú y también ubicada en el barrio literario por antonomasia, abrió sus puertas recientemente Viva Madrid, una taberna castiza que data de 1856 y se ha reconvertido en “taberna inusual”. Ofrece una propuesta gastronómica que recrea con clase y vanguardia algunos platos del recetario madrileño (bajo la asesoría del chef Estanis Carenzo).
Como si de un manual de buenas costumbres se tratase, Viva Madrid recupera el formato clásico, las charlas, el aperitivo y los cócteles en torno a su mítica barra y da rienda suelta a una nueva historia. “Viva Madrid aúna la elegancia de los años veinte con la energía e irreverencia de los intensos ochenta, recrea una atmósfera de coctelería clásica con el carácter de una taberna avanzada a su tiempo”, comenta Ricardo García, uno de los creadores del proyecto.
La “cara b” de Viva Madrid es la más noctámbula. Con los cócteles como hilo conductor, se ambienta con jazz y boleros, y se rinde culto a los clásicos contemporáneos o a las recetas antiguas que brillan en el presente. Una parada obligada para viajeros urbanos.
Cócteles de autor
Caminando unos metros hacia la Costanilla de los Desamparados, se abren las puertas de Santos. Una coctelería rockera y desenfadada, comandada por Alberto Villarroel y David Pérez, en la que los cócteles clásicos se mezclan con los de autor, y su estética gótica con una banda sonora realmente cañera.
En cada cóctel, una filosofía propia y sabores muy logrados que marcan su sello de identidad. La carta es dinámica y se renueva cada tres meses, dando cabida a las propuestas y creaciones de todo el equipo de bartenders.
Su reciente galardón como Mejor Apertura 2018 en Fibar, la convierte en otro place to be madrileño, un lugar en el que sus luces bajas, maridan a la perfección con el brillo de su oferta coctelera. Pura intimidad rocanrolera.
Gran Vía y Chueca, latidos incesantes de la urbe
Nos ponemos rumbo a la Gran Vía madrileña que atesora el ADN de la ciudad. Un espectáculo urbano abierto las 24 horas y los 365 días del año. Cruzarla es un placer y una sorpresa continua: las marquesinas de sus teatros, sus terrazas vivas, las tabernas, comercios y restaurantes. Todo un ecosistema de fuego noctámbulo. Su barrio vecino, Chueca, también recibe su influjo. No esperábamos menos de semejante icono.
En la calle de la Reina (paralela a Gran Vía), está Angelita. Es restaurante, bar de vinos y coctelería y los tres conviven en armonía perfecta. Mario y David Villalón (otrora creadores del restaurante El Padre) han dado vida a este espacio en el que es posible vivir una experiencia realmente especial.
Una carta de temporada y dinámica, con productos del propio huerto familiar, vinos singulares y exquisitos (con muchísimas referencias que pueden beberse por copas) y una carta de cócteles explosiva hacen de Angelita un cálido refugio en el epicentro de Gran Vía.
Mentalismo y un viaje gastronómico
Caminando hasta el Palacio de la Prensa, un sábado por la noche, resulta un plan tan inquietante como original, entrar a ver Mentalismo en el Cine, de Pablo Raijenstein. Un show repleto de experiencias paranormales, telepatía y premoniciones que ostenta el título del espectáculo de mentalismo de más duración en España, con seis temporadas. Una sesión mágica que sólo puede vivirse… de noche.
Si el hambre de mundo es voraz, quizás Kuoco 360 pueda saciar esas ganas de viajar a través del paladar. Este templo de la cocina fusión, en el barrio de Chueca, está diseñado para regalarnos las noches gastronómicas más sabrosas. La cocina del chef venezolano Rafa Bérgamo emociona e invita a viajar por varios continentes, crea, evoluciona y se erige como uno de los mejores restaurantes de Madrid, valorando propuesta, innovación, servicio y relación calidad/precio. Un tesoro aún por descubrir para muchos.
Malasaña y Chamberí, este brindis va por ti
Podría decirse que muchas de las referencias diurnas y nocturnas de Madrid se concentran en esta zona. Malasaña, cuna de la movida de los años ochenta, sigue atesorando memorias y vivencias; Chamberí, de raíces tradicionales, se moderniza con el ritmo de los tiempos, sin perder su esencia. Abandonarse en estas calles es una aventura deliciosa.
En la mítica calle del Pez, hay una coctelería de atmósfera clásica que seguirá poblando las noches madrileñas de cócteles y grandes momentos. Su nombre es 1862 Dry Bar, habita en un antiguo palacete y desde 2012 se ha convertido en toda una referencia. No sólo por su magnífica carta que reúne antiguas recetas con nuevas creaciones, sino por estar en uno de los barrios con más alma y solera: Malasaña.
En pleno barrio de Chamberí, Rèver Club evoca la diversión de los antiguos y sofisticados cabarets de París de finales del siglo XVIII. Un local en el que espectáculos únicos y originales, armonizados con piano y música, se dan cita para sorprendernos a todos. Drag Queens y muchos guiños impresionistas dan vida a este lugar de encuentro para aves nocturnas. Ideal también para eventos y fiestas privadas.
Almagro y Retiro, sorpresas nocturnas
Aunque el espíritu nocturno no los define, ambos barrios albergan interesantes descubrimientos. Uno de ellos es Welkhome Club, un concepto pionero que nos da la libertad de personalizar nuestras copas y entregarnos a la experimentación (buffet libre de botánicos, frutas, especias y cítricos), pagando lo que nos bebemos al peso. Su botellero está considerado como uno de los mejores de la ciudad, su cocina es ininterrumpida hasta la madrugada y en, definitiva, es un club de amigos en el que las noches son más divertidas.
Muy cerca del mítico Parque El Retiro se encuentra La Diavla. Un restaurante mexicano que conquista por su cocina sabrosa y explosiva, acompañada de una coctelería que hace guiños especiales al Tequila y al Mezcal; y un Dance Club en su planta inferior, donde dar rienda suelta a nuestro espíritu más noctámbulo y desenfadado. Todo esto envuelto en la muy característica iconografía mexicana; una auténtica revelación, que sabemos va a convertirse en el lugar favorito de muchos.
Podríamos seguir caminando y descubriendo Madrid, siempre. Su fuego es eterno ¡Larga vida a las noches de Madrid!
**Este artículo es fruto de la colaboración entre Travelzoo y La Vanguardia.com**