Consejos para elegir un hotel si viajas con niños (paso a paso)

19, 08, 2019

Cada vez más familias se lanzan a la aventura del viaje, desde un viaje largo hasta la alternativa que prefiere la mayoría, que consiste en coger el coche y reservar alojamiento en el destino que sea. Y en ese sentido, los hoteles tienen muy en cuenta a cierto tipo de clientes: los niños.

Pero está claro que viajar en familia puede suponer todo un reto. Si no lo organizamos bien, es posible que el resultado sea un caos total. Y, en consecuencia, un despilfarro.

Para evitarlo, debemos fijarnos bien en los detalles. Hemos preparado una serie de sugerencias que te servirán si estás pensando en reservar un hotel para toda la familia.


La emoción del viaje

Para un niño, una estancia en un hotel es toda una aventura. Todo –desde la entrada en recepción hasta su cama de la habitación– es algo nuevo y repleto de emoción. Sus mentes se agitan con tan solo pensarlo. Por esa razón es importante involucrarlos en todo lo relacionado con el viaje, sobre todo en lo que respecta a los preparativos, hacer el equipaje o decidir qué tipo de viaje se hará.

Viajar es una parte fundamental en la educación de cualquier niño. Hagamos que se convierta en una experiencia inolvidable.


Escoger el destino

Cuando hablo de destino no únicamente me refiero al país, sino que además tenemos que estudiar bien la zona donde se encuentra el hotel. Al seleccionar un hotel familiar, ten en cuenta que se ubique cerca de lugares que a los más pequeños les apetezca visitar: parques acuáticos o de atracciones, museos para niños, playa, alguna área verde... O, al menos, que no esté en un entorno como una zona de negocios o un barrio con mucho movimiento nocturno. También en este aspecto los niños deben sentir que han participado en la elección del destino.

Museo Oceanográfico de Mónaco (foto de Caroline H en Unsplash)

Información online

Internet es una fuente de ideas para viajar en familia en la que puedes encontrar de todo. Los buscadores son rápidos, cómodos y te permiten ahorrar mucho dinero. Es vital informarse bien antes de tomar alguna decisión; sobre todo hallarás consejos a la hora de volar con bebés, hoteles y actividades familiy-friendly (para familias), ofertas interesantes para vacaciones con niños, sugerencias sobre qué hacer... La información es cada vez más especializada, por lo que en la actualidad es fácil encontrar blogueros que dan consejos sobre sus viajes con niños, sus experiencias en los hoteles y los inconvenientes reales con los que se han encontrado en los diferentes destinos y cómo las han solucionado (o no), algo de gran ayuda para tus propios viajes. Entre nuestros favoritos se encuentran Mi pequeño Guliver y Familias en ruta, cuyos perfiles en redes sociales puedes consultar. Existen incluso guías especializadas de distintos destinos para viajes en familia.


Por cierto, ¿hotel o apartamento?

En la actualidad muchas familias eligen el apartamento o casa de vacaciones (estilo Airbnb) como alojamiento. Aunque la idea aquí es dar consejos para reservar una habitación de hotel, también cabe decir que el apartamento turístico supone una opción para alojarse con grandes ventajas. Principalmente encaja mejor con el concepto de hogar para un niño: tiene cocina propia, y eso es muy práctico cuando alguno de tus hijos necesita algún tipo de dieta concreta. En general, también suele ser algo más barato, aunque la desventaja es que no incluye los diversos servicios de un hotel.

Entre nuestras sugerencias, puedes echarle un vistazo a este fantástico resort en Estepona. 


Opción comidas

No es una misión sencilla encontrar un restaurante en el que toda la familia pueda ponerse de acuerdo, sobre todo en un lugar desconocido. De hecho, algunos no admiten niños muy pequeños, ya que otros clientes pueden quejarse. Por eso es un tema que hay que estudiar concienzudamente. Para ello, algunos hoteles intentan facilitar esta tarea al ofrecer opciones gastronómicas con menús especiales infantiles y descuentos que atraen tanto a las papilas gustativas de los niños como a los bolsillos de los padres. Un caso típico es el hotel que cuenta con opción "los niños comen gratis", ofreciendo comidas para hasta cuatro niños de 12 años o menos en cualquiera de sus restaurantes.

Foto de Pablo M en Unsplash

Otra posibilidad, en función del plan que tengas, es elegir un todo incluido o una pensión completa y olvidarte de pensar en los desayunos, comidas y cenas. Eso sí, ten cuenta que algunos hoteles con todo incluido tienen restaurantes a la carta que requieren reservas, mientras que en otros no será necesario, por lo que quizás desees decidir qué sistema prefieres. Lo que sí que es muy recomendable es al menos incluir el alojamiento con desayuno, de lo contrario después será muy complicado salir toda la familia a la calle en busca de un lugar.


Tipo de habitación

Cuando viajas con niños, para que se vayan habituando a la nueva situación, hay que buscar la manera de que se sientan como en casa. Es decir, un sitio cómodo, acogedor, con una buena cama, baño propio y todo un espacio para jugar. En un hotel, sin embargo, toda esta actividad suele limitarse a un espacio mucho más pequeño. En una habitación de hotel estándar con solo dos camas puede ser toda una molestia; afortunadamente, muchos hoteles ofrecen un precio con descuento para habitaciones contiguas (comunicadas). Eso es lo ideal. Si te da el presupuesto, mira una suite, puesto que algunas tienen un dormitorio privado para los adultos, una sala de estar y un sofá-cama para los más pequeños, o incluso algunas tienen dos dormitorios. Con este tipo de espacios resulta más fácil disfrutar de la convivencia familiar sin sacrificar la privacidad. Reserva todas las habitaciones juntas y al mismo tiempo. De ese modo, el hotel sabrá cuánto negocio les estás generando, y les facilitará tomar notas importantes y responder a solicitudes, como obtener habitaciones en la misma planta.


Servicios especiales

En las últimas décadas, los hoteles se han vuelto más amigables con las familias. Cada vez se esmeran más en proponer servicios que les atraigan a sus establecimientos. Por ejemplo, algunos hoteles turísticos han creado un servicio nuevo para el cuidado de niños –una especie de canguro– que permite a los padres disfrutar de su intimidad, junto con otras opciones como entrega diaria de pañales, habitaciones con medidas de seguridad para niños y un regalo para bebés, o también el alquiler de juguetes, juegos, películas, cunas y cochecitos sin cargo adicional. Los spas familiares también se vuelven cada vez más comunes: en ellos se ofrecen envolturas corporales de chocolate, masajes de espalda y piscinas minerales para niños.

Foto de Briana T en Unsplash

Las mascotas

Muchos viajeros consideran a sus mascotas parte familia (como en el caso de Kiba, el perrito instagrammer), por lo que para ellos family-friendly también implica pet-friendly. Un sorprendente número de hoteles permite mascotas, pero las normas y los precios varían enormemente. La gran mayoría de los establecimientos limitan el número de animales a uno por habitación, aunque algunas cadenas permiten hasta tres en una habitación. Las tarifas por mascota son igualmente variadas; desde las que se alojan gratis a las que te pueden cobrar más de 35€ por noche por cada mascota. No olvides preguntarlo antes de reservar.

Foto de @ipet_photo en Unsplash

Cómo entretener a los niños

Ya se sabe que los niños son como esponjas y tienen que absorber todo lo que puedan durante el día. En vacaciones esta situación se incrementa. No hay lugar para el aburrimiento. Si organizas unos días en familia debes asegurarte que habrá actividades con las que los niños puedan entretenerse. Los hoteles se han puesto las pilas con este tema. Algunos hoteles incluso ofrecen campamentos internos donde los niños pueden participar en actividades como manualidades o lectura de libros. Hay experiencias creadas por algunos hoteles donde los padres y sus hijos pueden aprender a cocinar macarrones con queso con un chef reconocido. Otros, por ejemplo, tienen programas donde se educa a los niños de 3 a 12 años sobre la cultura, historia y el entorno del destino al que viajan: bailar Hula en Hawai, pintar cerámica en el norte de Cataluña y o pescar en río en Huesca. Se trata de que se diviertan y aprendan al mismo tiempo.

Familia pescando en el mar de Galilea (foto de Adam S en Unsplash)

 

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