Por qué elegir un crucero de lujo: nuestras 11 recomendaciones
No cabe duda de que los tiempos están cambiando. Ya no somos los mismos de hace 5 años. Ni somos los mismos, ni nuestra forma de viajar es la misma. Por ejemplo, en los últimos años -exceptuando el periodo de pandemia- han aumentado el número de cruceristas españoles. En el año 2019 se batió el record con 10,6 millones de pasajeros.
Esto demuestra que los viajes en crucero son cada vez más populares. Y en este sentido, en el año 2022 serán especialmente atractivos las propuestas de cruceros más exclusivos, más privados, en embarcaciones boutique tipo yate. Es una de las tendencias más destacadas del momento. Lo que cuenta es la exclusividad de la experiencia.
Pero, ¿qué es exactamente un crucero de lujo?
De entrada, hay que tener en cuenta que el concepto crucero ha cambiado mucho en los últimos tiempos. Originalmente, hacia los años 50, era un medio de transporte elitista, para las clases altas. Poco a poco, se fue popularizando y transformando en lo que es hoy: una forma de viajar que, en sí misma, es un destino. No importa tanto el destino como la experiencia.
Ahora bien, existen varias diferencias entre un crucero convencional y uno de lujo. Son evidentes. Hay 5 fundamentales:
- Son barcos más pequeños (500 pasajeros máximo)
- El ambiente es más íntimo y relajado
- El servicio es totalmente personalizado
- Suelen llegar a destinos inaccesibles para un gran crucero
- Por norma general, incluyen todos los extras y excursiones
Y estas son 11 nuestras recomendaciones para elegir un crucero de lujo:
Uno: piensa en cómo te gusta viajar
Antes de tomar una decisión, es importante saber si tu forma de viajar coincide con lo que significa un crucero. Como decíamos antes, un crucero, sea de lujo o no, es un destino en sí mismo. Pasarás mucho rato a bordo navegando, con lo que eso significa. Tenlo claro.
Una vez dicho esto, el lujo en el crucero incrementará sustancialmente el placer de la experiencia. Todo serán ventajas. Deshaces las maletas y es como si te movieras con el mismo hotel 5 estrellas por todo el mundo. No has de preocuparte por nada. El barco te llevará de ciudad a ciudad, de puerto en puerto, y te ahorrarás la pesadez de las esperas y colas en los aeropuertos. Todo será fácil. Tendrás una única misión: descansar.
Dos: en familia, en plan romántico o a la aventura
Hay cruceros de lujo para todos los públicos. Sin embargo, depende de con quién hagas el viaje, te convendrá más uno u otro. No es lo mismo ir de luna de miel que con la familia, o bien hacer un crucero en solitario solo porque te apasiona la historia de Egipto. Investiga el barco que más encaje contigo. Para escapadas románticas o luna de miel lo ideal serían barcos más pequeños tipo boutique, en cambio, si vas con niños, tal vez sea mejor elegir uno más grande y que sobre todo tenga entretenimiento a bordo, guardería o servicio de canguro.
Vayas solo o no, el barco es un magnífico lugar para hacer amigos y socializar. Es recomendable sobre todo para los cruceros temáticos, ya que te juntas con personas que tienen las mismas aficiones, pasiones o gustos que tú. Hay muchos ejemplos: si eres aficionado a la fauna marina, hay incluso cruceros que recorren el Ártico con científicos de National Geographic.
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Tres: ¿Estrella Michelin, fiordos de Alaska o mayordomo?
Todo el mundo coincide: un crucero de lujo es uno de esos viajes únicos que hay que hacer al menos una vez en la vida. La sensación de tranquilidad es absoluta. Pero la diversidad de cruceros de lujo es inmensa. Hay desde barcos muy pequeños tipo yate que llevan a menos de 100 pasajeros, hasta otros más grandes donde viajas con 500.
Sea uno u otro, la cuestión es elegir cuál es tu estilo de viaje y el nivel de exclusividad que te apetece. Hay mucho dónde elegir. Prácticamente de todo. Hay cruceros especializados en gastronomía con chefs con estrella Michelín cocinando a bordo, otras para explorar Alaska de la mano de científicos expertos o incluso algunas embarcaciones donde tendrás un mayordomo personal para que tu sensación de relax sea aún mayor.
Cuatro: los cruceros gastronómicos
Uno de los cruceros que más éxito están teniendo son los que enfocan su temática en la gastronomía. Como apuntábamos anteriormente, hay cruceros donde cocinan chefs de prestigio. Es significativo, por ejemplo, la unión de los Cruceros Ponant y los hoteles de lujo Relais & Chateaux para crear auténticos cruceros gourmet a bordo de sus barcos. Los chefs de Relais & Châteaux estarán a cargo de los fogones de tres embarcaciones de la línea Explorer de Ponant.
Si escoges uno de estos cruceros, aparte de comer bien, también vale la pena averiguar si estos chefs dan talleres de cocina, seminarios sobre gastronomía o bien ir a descubrir la comida y los sabores locales del destino visitando los mercados autóctonos. Y no hay que olvidar el vino. Hay cruceros que ofrecen la posibilidad de hacer degustaciones de vino, charlas y ponencias con algunos de los sommeliers y bodegueros más prestigiosos del mundo.
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Cinco: la personalización a bordo es sagrada
Tal vez esta sea la parte que mejor define un crucero de lujo: la sensación de que el personal te conoce y sabe en todo momento lo que necesitas. Digamos que el lujo aumenta a medida que aumenta la personalización. Es muy recomendable ver hasta dónde llega la atención personalizada en la naviera que elijas.
Como mencionábamos antes, hay cruceros que incluyen el servicio de un mayordomo para la categoría Suite, quien se encarga de todos los detalles de tu estancia, desde servir el desayuno en la cama hasta los canapés de la tarde o una copa por la noche. Es el súmmum de la exclusividad.
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Seis: ¿qué tipo de Suite deseas?
En estos cruceros de alta gama, los camarotes son más bien Suites. Y ya que estás invirtiendo en tus vacaciones, échale un vistazo a fondo: en tu Suite es donde pasarás bastante tiempo y descansarás. En comparación con los cruceros normales, el espacio de las habitaciones suele ser bastante más amplio. Pero no dejes de revisar cómo son las camas, el tipo de almohadas, qué tamaño tiene el baño –hay casos que cuentan con jacuzzi-, si incluye balcón, la ropa de cama, etcétera.
Es muy habitual que en la Suite te encuentres un minibar bien surtido. Puede que haya una botella de champagne, refrescos, una cafetera y algunos productos por si te surge un antojo. Muchas navieras lo incluyen en el precio, pero no todas, especialmente las bebidas alcohólicas, para las que en algunos casos se aplica un cargo aparte.
Siete: el concepto lujo no es llevar corbata
Podemos decir que el concepto del lujo ya no es el mismo que el de hace años. Ya no tiene tanto que ver con las apariencias. Hoy se basa más en la comodidad. La formalidad, el protocolo y la etiqueta no son una exigencia. De hecho, la mayoría de las navieras de lujo presentan un estilo casual más propio de un club de golf.
Por norma general, no hay obligación de ponerse una corbata como pasaba años atrás. Hoy en día es todo lo contrario. El objetivo es que el pasajero se sienta a gusto, a su aire y que se olvide del trabajo. Hay que olvidar el estrés. Por ejemplo, en el crucero "Europa 2" el lema es "21 nudos y ninguna corbata". En los barcos de la naviera francesa Ponant tampoco es necesario llevar ropa formal.
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Ocho: comprobar todo lo que está incluido
Ser crucerista es como una religión. Dicen que cuando pruebas uno, ya es muy difícil no seguir haciéndolo. Imagínate si es en un crucero de lujo donde todo está incluido. Bueno, eso es precisamente un tema decisivo que tendrás que valorar antes de embarcarte: qué incluye tu crucero y si te interesa. ¿Qué es el todo incluido?
En principio, en el precio de un crucero de lujo se incluye una enorme cantidad de servicios que en un crucero tradicional suponen un coste extra. Pero claro, el todo incluido, no siempre es el mismo en todas las navieras. Y para eso hay que fijarse bien. ¿Los traslados, las propinas, internet, las tasas y, por supuesto, las comidas y bebidas (y si son también alcohólicas o no) se incluyen?
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Nueve: ¿incluye también los vuelos hasta el puerto?
Ojo, podría ser que el crucero incluya también los vuelos desde tu ciudad hasta el puerto de salida. Eso, sin duda, es una información muy importante. Como entenderás, el ahorro puede ser tremendo según la época del año. Si estás en Barcelona y te tienes que pagar el vuelo hasta Estados Unidos, el presupuesto del viaje se disparará ostensiblemente.
También es básico comprobar si incluye las noches de hotel antes y después del crucero. De hecho, la parte logística de un crucero hay que tenerla siempre muy presente. En ese sentido, casi todos los cruceros de lujo lo tienen muy claro: el cliente no tiene que preocuparse de absolutamente nada. Bueno sí, de disfrutar de sus vacaciones.
Diez: ¿te apetece salir del barco?
Es obvio que a los barcos pequeños siempre les resultará más fácil acceder a aquellos puertos donde a los grandes cruceros no les está permitida la entrada. En realidad, eso es el lujo. Hacer posible lo que de otra manera es imposible. Poder explorar lugares únicos e inéditos. Hay cruceristas que simplemente disfrutan del barco y no les interesa salir de su mundo flotante. Pero hay excursiones, actividades y eventos que son irresistibles, la verdad.
Hay que saber cuáles de esas excursiones, actividades y eventos están incluidos y no suponen un coste añadido. La diferencia es que en los cruceros de lujo esas experiencias que se proponen también son excepcionales y no están al alcance de todo el mundo. Algunos ejemplos: asistir a un concierto de música clásica en el teatro Odeón en Efeso (Turquía), participar en una fiesta privada en una isla del Caribe o hacer un safari para avistar osos polares en Alaska o en la Antártida.
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Once: ¿qué meto en la maleta?
Si es tu primer crucero de lujo, es clave que sepas cómo hacer tu equipaje. Eso sí, piensa que no tendrás que cargar con él. Es decir, el tamaño de las maletas no es tan importante porque casi no las verás, y menos las moverás. Una vez en el barco, ya no tendrás que trasladarla a ningún otro lado hasta que finalice la travesía. Eso es un placer inigualable en un viaje. Una de las sugerencias que hay que seguir antes de elegir un crucero u otro es conocer su código de vestimenta; hay veces que piden traje o vestido para una cena especial, pero siempre puedes alquilarlo en el mismo barco.
Lo demás es de sentido común. Tampoco es necesario llevar demasiada ropa, porque ten en cuenta que hay tiendas y comprar es una de las actividades más habituales entre los cruceristas de lujo. Durante el día puedes vestirte de manera informal. Si el clima es bueno, pues los pantalones cortos, camisetas, chancletas y las gorras para protegerse del sol. Y para disfrutar de las noches en cubierta, algo de abrigo. No te desesperes, piensa que si te olvidas algo, en un crucero de lujo no hay nada que no se pueda conseguir.