De costa a costa: la vuelta a España en 10 chiringuitos
Parece ser que el término chiringuito procede de la forma que tenían los cubanos de pedir un café (chiringo o chiringuito). El dueño del merendero, el capitán Calafell, lo bautizó así por sus vínculos con los indianos.
Sea como sea, se ha convertido en un instinto humano. Es como un deseo interno irrefrenable. Cuando necesitamos escaparnos de la rutina, todos soñamos con estar en un chiringuito. Sentados frente al mar -cuanto más cerca mejor-, dejando que la brisa nos acaricie la piel, con los pies en el agua y con una copa de vino (o lo que sea) a disposición.
Si estás en España, eso es muy fácil. Hay 7.880 kilómetros de costa. Hay infinidad de playas. Y en ellas, como es lógico, muchos chiringuitos esperándonos. Pero no todos los chiringuitos son iguales. En Travelzoo hemos dado la vuelta a España a lo largo de la costa y seleccionado los 10 más apetecibles. Un chiringuito por comunidad.
En Cataluña: el primer chiringuito de la historia
El Chiringuito
Paseo Ribera s/n, Sitges, Barcelona
“First chiringuito in Spain” (primer chiringuito de España), anuncian en la entrada. Pero no son solo ellos los que lo aseguran. En Wikipedia también los mencionan como el primero. Sea como sea, abrieron en 1913 en pleno Paseo Marítimo de Sitges y le pusieron el nombre de “Chiringuito” en homenaje a la forma en que los trabajadores cubanos de la caña de azúcar elaboraban el café: con una media o calcetín haciendo de filtro que se exprimía hasta que salía un chorro o chiringuito de café.
Qué pedir: aperitivos al uso como patatas chips, olivas, anchoas y otras conservas.
En Valencia: un chiringuito con Estrella Michelin
Casa Manolo - Daily Gastrobar
Passeig Marítim, 5, Daimús, Valencia
No siempre las estrellas Michelin van a parar a restaurantes sofisticados con manteles de hilo y cubertería de plata. Esta vez cayó en un chiringuito valenciano regentado por Manuel Alonso. Y la consiguió en el 2015. Desde entonces, se puede decir que es un chiringuito elegante de alta cocina. Es un local que está a pie de playa y muy cerca de la población de Gandia. La terraza es magnífica. Cenar al aire libre frente al mar es un privilegio. Sólo funciona en verano y tiene una carta informal con platos y raciones a un precio medio de 20 a 35 euros, además de una buena variedad de cócteles.
Qué pedir: en general el pescado fresco a la brasa está para chuparse los dedos, pero si hay que tomar partido: sin duda el rodaballo con jugo de rustido es prioritario.
En Mallorca: con premio al medio ambiente
Chiringuito des Dolç
Colonia de Sant Jordi, Mallorca
En la actualidad uno de los grandes valores para medir la reputación de un negocio (o de cualquier actividad) es su respeto por el medio ambiente. Es Dolç puede decir con orgullo que ha ganado el premio “Chiringuitos Responsables” del 2014 otorgado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a través de la Fundación Biodiversidad. La verdad es que es una maravilla el lugar. Aparte de que la playa es de esas de aguas color turquesa transparentes y la arena blanca, tiene vistas impresionantes a la isla de Cabrera y de la colonia Sant Jordi. Ideal darse un paseo por la orilla.
Qué pedir: atención a las ortigas de mar y los mejillones.
En Murcia: una cabaña de madera en la Manga del Mar Menor
Playa Chica
Gran Via Km 16, 5, La Manga del Mar Menor
El que vaya a Murcia no puede dejar de darse una vuelta por La Manga. Casi al final, en Veneziola, se ha inaugurado un magnífico chiringuito construido con rústicos troncos de madera que cuenta con unas preciosas pérgolas. Podríamos decir que es una cabaña con vistas al Mar Menor, situada en la lengua que la separa del Mediterráneo. Hay que vigilar si decides ir en los meses de julio o agosto porque está a tope y el servicio es un pelo lento. Abren al medio día y por la noche.
Qué pedir: ensaladilla rusa con anchoas, sardinas a la brasa y un buen arroz caldero.
En Andalucía: el chiringuito de Verano Azul
Chiringuito de Ayo
Playa Burriana, s/n, Nerja, Málaga
Verano Azul probablemente ha sido la serie de televisión que mejor ha descrito cómo era el verano en los años 70. Chanquete, el Piraña, Pancho, Desi y todos los demás marcaron a toda una generación de españoles. Las playas de Nerja eran el escenario de su historia y concretamente la de Burriana es una de las más bonitas (aparece en el capítulo 3). Allí es donde encontraremos este mediático chiringuito, donde llevan más de 30 años cocinando paellas a la manera tradicional – a la leña y con una gran pala para remover el arroz.
Qué pedir: tanto la paella de carne como de marisco están muy ricas.
En Canarias: en una de las mejores piscinas naturales
El Chiringuito Tacorón
Cala de Tacorón, La Restinga, El Hierro.
No todas las playas son de arena, ni en todos los chiringuitos se sirve pescado y marisco. En esta entrañable cala al norte de la isla de El Hierro, Tarancón, pusieron unas escaleras en las rocas frente al oceáno Atlántico, construyeron muy cerca un chiringuito y un horno de leña y se pusieron a hacer pizzas y excelentes ensaladas. Es un rincón irrepetible. Vale la pena darse un baño y contemplar sin más la puesta de sol.
Qué pedir: pues lo dicho, pizzas.
En Galicia: de rollo surfero
O Alpendre
Outriro. Domiños, Ferrol, Galicia
La Playa de Doniños con bandera azul -en la foto- es, sin lugar a dudas, una de las más conocidas del litoral gallego. Una de las míticas para los surferos. Es enorme. Está en el norte de la provincia de A Coruña, a tan solo 6 kilómetros del casco histórico de Ferrol. Y ahí está el chiringuito O Alpendre, conocido como “Pichu”. Es un lugar algo hippy. Muy surfero; de hecho está situado junto al The Camp Surf de Doñinos, una escuela de surf. Es un lugar tranquilo, con una terraza muy cómoda y fresca. Relajarse y practicar deportes acuáticos es lo que se lleva.
Qué pedir: todo tipo de bocadillos.
En Asturias: con estilo chic
La Playa Luanco
Avenida del Gayo, 82. Luanco, Asturias.
Bueno, ya no se sabe si es un chiringuito o un restaurante. Ha evolucionado con el tiempo. Se ha rediseñado de tal manera que ya no es lo que era, pero lo han dejado muy bien, como vintage, con un aire de local marinero escandinavo. En definitiva, es un chiringuito –como se dice ahora– con encanto. Está a orillas del mar, a pie del arenal de Luanco, frente al hermoso Mar Cantábrico.
Qué pedir: evidentemente, la comida tampoco es la propia de un chiringuito de siempre, es cocina de mercado con productos frescos de la zona, elaborados con un toque moderno. Tienen hasta fabadas. Y ojo con los pasteles, para relamerse.
En Cantabria: de los más baratos (y ricos)
Chiringuito El Puntal Tricio
Playa Del Puntal | Junto Embarcadero, Santander, España
Ha sido incluido en la lista de “los 10 chiringuitos más baratos (y ricos) de España” por el suplemento S Moda de El País. O lo que es lo mismo, chiringuitos con la mejor relación calidad-precio. La gente de Santander lo tiene como una referencia a tener en cuenta cuando llega el verano. Muchos acceden en barco porque salen cada 20 minutos del centro de Santander y son baratos (4€ ida y vuelta).
Qué pedir: almejas y cigalas a la plancha y una ración de percebes. De postre, la tarta de queso casera es imprescindible.
En País Vasco: pintxos al lado de "El Peine del Viento"
La Carpa
Ondarreta Pasealekua, Donostia
Muchos dicen que es el mejor chiringuito de San Sebastián. Puede ser. Lo que sí es seguro es que la ubicación es inmejorable, en plena bahía de La Concha, en la playa de Ondarreta. Y además desde allí se pueden ver el famoso conjunto de esculturas de Eduardo Chillida de “El Peine del Viento”. Un espectáculo. Es un buen sitio para catar la cocina tradicional vasca.
Qué pedir: sirven pintxos a buenos precios y por la noche son muy aconsejables los gintonics.