7 hoteles gastronómicos que nos comeríamos a bocados
Los grandes viajes se hacen con los cinco sentidos, pero hoy nos vamos a centrar sobre todo en el del paladar. Si eres de los que se pasan más tiempo en el restaurante del hotel que en la habitación, sigue leyendo. He aquí una apetitosa selección de hoteles a los que seguro querrás hincar el diente.
Uno: Hostellerie Le Castellas (Languedoc-Rosellón, Francia)
Clima suave, paisajes naturales de ensueño… El sur de Francia lo tiene todo para una escapada diez. Por supuesto, el sabor de estas tierras también está muy presente en este coqueto hotel que data del siglo XVII. Y es que su cocina cuenta con las creaciones del chef Stéphane Mazières. ¿Sabías que además la Hostellerie Le Castellas ofrece la posibilidad de compartir unas horas con el chef cocinando y saboreando algunos vinos?
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Dos: La Casa del Abad Hotel & Spa (Ampudia, Palencia)
La Casa del Abad Hotel & Spa no se denomina gastrohotel al azar. Este hotel situado en un encantador edificio del siglo XVII, en el corazón de Tierra de Campos, te propone una escapada entre rural y gastronómica. Su restaurante El Arambol te deleitará con una cocina tan sabrosa como genuina. ¿El responsable? Carlos Montes, creador de platos tradicionales con un toque vanguardista. Por si fuera poco, el hotel presume de una carta de vinos que te invitará a tomarte una (o dos) copas.
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Tres: Pateo dos Solares Charm Hotel (Estremoz, Portugal)
El Alto Alentejo es tierra de tesoros y Pateo dos Solares Charm Hotel es uno de ellos. Este exquisito hotel boutique será una cita obligada para los amantes de la gastronomía lusa. El restaurante Alentejo à Mesa se convertirá en el paraíso de los paladares más exigentes. Aprovechando la gran cantidad de viñedos que se encuentran en la región, aquí podrás degustar toda una selección de marcas de calidad como Joao Portugal Ramos o Quinta do Carmo, entre otros. Si todavía no conoces el Alto Alentejo, he aquí un sabroso centro de operaciones.
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Cuatro: Hacienda Zorita Wine Hotel & Organic Farm (Valle del Duero, Salamanca)
En pleno Valle del Duero, muy cerca de Salamanca, existe otra parada gastronómica para quitarse el sombrero: la Hacienda Zorita. Amantes del vino y apasionados de la vida, ¡estáis de suerte! Entre otros motivos, porque su restaurante presume de la distinción Kilómetro Cero gracias a sus alimentos sanos y ecológicos… Una escapada que combina la belleza de los pasajes del Valle del Duero, recetas ecológicas y vinos de denominación solo puede ser irresistible.
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Cinco: Grand Ferdinand (Viena, Austria)
Irradia estilo a raudales, se encuentra en una de las calles más icónicas de Viena y en él se come de vicio. Grand Ferdinand destaca por su refinamiento imperial y sus toques chic (sus baños de mármol y las «chaise longues» de cuero o su piscina con vistas en la azotea hablan por sí solos). Sin duda, la oferta culinaria de sus tres restaurantes es para sacarse el sombrero. Para una experiencia más informal, Gulasch & Champagne será el escenario perfecto donde disfrutar de una cena rápida antes de salir a conocer la escena nocturna de la ciudad. Si lo que buscas es una experiencia distinta, la cita te espera en la última planta: Grand Étage recoge la tradición intelectual de los salones sociales de la época dorada para combinarla con platos actuales y vistas de la ciudad que quitan el hipo.
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Seis: Village Castigno - Wine Hotel & Resort (Languedoc- Rosellón, Francia)
¿Te imaginas una estancia en una casa de diseño en plena Occitania francesa y con platos de autor? Hay escapadas rurales que saben a gloria y Village Castigno es una de ellas. Con una carta de presentación en la que los productos orgánicos son los protagonistas, este hotel con encanto pone a tu disposición tres restaurantes en los que podrás degustar desde tapas hasta un flamante menú tailandés.
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Siete: Parador de Alarcón (Cuenca)
Sal de la ciudad y huye de las prisas en un rincón lleno de encanto en la provincia de Cuenca. El Parador de Alarcón cuenta con un restaurante en el que disfrutar de todo un paréntesis gastronómico. Desde platos más tradicionales de la comarca como unas buenas migas o unas judías manchegas hasta sugerencias con un toque de creación. Si a eso le sumamos el enclave de lujo en el que se emplaza, puede que esta escapada se convierta en una de esas que nunca se olvidan…
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