10 islas para tus vacaciones de verano

18, 05, 2019

No queda nada para el verano. Un mes y pico. Y claro, como siempre pasa, tenemos que pensar dónde iremos estas vacaciones. Si playa o montaña, ciudad o campo, lujo o en plan barato, en moto o en coche, lejos o cerca... todo es posible. Sin embargo, yo propongo viajar a una isla, a una de esas porciones de tierra rodeada por todos lados de agua.

Pero no todas las islas son iguales, me dirás. Es cierto, hay islas para todo los gustos. Por eso mi propuesta consiste en proponerte 10 islas para distintos formas de viajar.

Y, si quieres ir al grano, y buscas ofertas para escaparte ya al mar, no dejes de consultar nuestra sección de Sol y playa.


Si buscas aventura... Madagascar

La isla de Madagascar es una joya de la naturaleza. Es una pasada la riquísima vida natural: cuenta con especies animales únicas como los lémures y la cuarta parte de las especie de flora de toda África. Su largo aislamiento al apartarse del continente africano hace más de 150 millones de años, la ha convertido en un oasis de naturaleza casi virgen. Un tesoro. Pero, claro, Madagascar es la cuarta isla más grande del mundo. Tiene casi el tamaño de España. Por eso, explorarla es toda una aventura.

De alguna manera, podríamos decir que se trata de la isla del trekking. De origen volcánico, está dominada por una meseta y macizos montañosos que se elevan hasta los 2.876 metros de altitud. Una parte interesante de la isla para caminar está en el sureste: es el Parque Nacional de Andringitra. Allí está el Pic Boby (2.658 metros de altitud) y es una zona donde existen una gran diversidad de rutas que, en su mayoría, requieren de un nivel físico medio-alto. O en otras palabras, mucho espíritu aventurero. Puedes acceder en todoterreno y hacer itinerarios de 2 y hasta 8 días de senderismo. 

Madagascar (foto de 2Photo Pots en Unsplash)

Si solo tienes ganas de relax... Formentera

Para que engañarnos, no existe otra isla igual. En realidad, no existe otro rincón del mundo más adecuado para descansar. Formentera es el plan perfecto. Tiene 20 kilómetros de punta a punta y su punto más alto, con 193 metros de altura, es La Mola, por lo que no hay que cansarse mucho. Es una maravilla. Una isla de paz. Tal vez lo mejor sea que no hay mucho que hacer, salvo tumbarse en una playa y contemplar el cielo azul. Sin prisas, sin estrés, sin obligaciones, sin semáforos.

La única obligación es caminar descalzo a cualquiera de las hermosísimas playas de la isla como Ses Illetes (nombrada la mejor playa del mundo en varias ocasiones), Levante, Migjorn, Caló des Mort, Es Trucadors... y comerse un suculento arroz con marisco, acompañado de un buen vino, o un peix sec (un pescado salado secado al sol, asado y conservado en aceite), en un chiringuito como Bartolo, un lugar ideal para perderse y respirar toda la calma del mundo. Además, ojo, que el precio del pescado es muy aceptable, sobre todo teniendo en cuenta que está en la misma orilla (ah, y no se reserva).

Puesta de sol en Formentera (foto de Riccardo Maria Mantero en Flickr)

Si te apetece salir por la noche... Mikonos

En este aspecto, hay mucho parecido con Ibiza. Es una isla divertida, con mucha fiesta y una vida nocturna inacabable. Al contrario que otras islas griegas como Santorini o Creta, Mikonos es un destino para pasarlo en grande. Es una isla donde acuden grupos de jóvenes de todas las partes del planeta para vivir la noche en las playas. Por ejemplo, la Playa Paradise o Club Paradise tienen una gran oferta de chiringuitos, bares y clubes donde se puede escuchar todo tipo de música de DJs al mismo tiempo que te bañas y te tomas una copa.

En Mikonos durante el verano se montan fiestas temáticas. De hecho, a partir de las 5 de la madrugada, en julio y agosto, la fiesta sigue incombustible en muchas discotecas. Una de las más bonitas es Cavo Paradise -en la Playa Paradise- una especie de after con una sala de piedra en lo alto de un acantilado. De todos modos, aunque la reputación de Mikonos es de mucha marcha, también es un lugar fenomenal para encontrar relax, playas muy tentadoras y para degustar la extraordinaria cocina griega.

Mikonos (foto de Ion Androutsopoulos en Flickr)

 


Si eres amante del mundo submarino... Isla del Coco

Si buscas un sitio donde bucear, casi siempre aparece el nombre de la Isla de Cocos. Es uno de los mejores sitios que existen. En el océano Pacífico, a 400 kilómetros de Costa Rica. De hecho no es fácil llegar hasta allí. Es una larga travesía en barco de aproximadamente 35 horas desde Punta Arenas. Con un grandioso valor científico, Jaques Costeau la denominó como “la isla más bonita del mundo”. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997, posee una diversidad biológica excepcional.

La temperatura del agua es muy cálida y llega hasta los 30 grados en verano. Es un buceo muy propicio para avistar grandes animales, entre los que destacan el gran tiburón ballena, bancos de tiburones martillo, mantas, águilas de mar, delfines... Aunque, ojo, no se autoriza a bucear a más de 12 personas en un mismo punto, por lo que hacer una inmersión en esta isla es todo un privilegio.

Submarinismo en Isla de Coco (foto de Richard Barnett en Flickr)

 


Si vas con niños... Menorca

Es curiosa la diferencia que tienen las islas Baleares entre si. Son muy diferentes y atraen a distintos perfiles de viajeros. Menorca es indudablemente una isla familiar. Parece diseñada para ir con niños. Además, de todas las edades. Para empezar es una isla pequeñita. Para ir de punta a punta en coche no tardas más de una hora (son 35 kilómetros). Alquilas un coche y un apartamento y listos: a explorar la isla.

El mar y sus calas en verano son fundamentales y permiten tener experiencias familiares memorables. También se come muy bien, tanto Ciudadela como Mahón son ciudades muy agradables, tiene fiestas tradicionales muy entretenidas y, por si fuera poco, se pueden hacer cientos de actividades y excursiones: las calas Coves y su necrópilis, pasear por la Albufera des Grau, ir de Cap de Favàritx a cala Presili, o el sendero de Sant Tomàs a Benigàus... Incluso tiene un zoo, el Lloc de Menorca, uno de los mejores de España.

Cala Turqueta en Menorca (foto de Encantadisimo en Flickr)

Si te va el lujo... Barbados

En este caso, nos vamos hasta las Antillas Menores, en el mar Caribe. La isla de Barbados tiene un tamaño que no llega a los 35 kilómetros de largo por los 23 de ancho. Pero en ese reducido espacio se pueden hallar varias de las playas más bonitas del mundo. La más aclamada es Crane Beach, pero luego no puedes destacar Batts Rock, Bradons Beach, Brighton, Acera o Sandy Beach. Alucinantes todas.

Es un destino de auténtico lujo. No en vano, en el año 2017 Barbados fue designado como el "Destino de Lujo del año en el Caribe". Para más datos, es la isla más al este del Caribe, allí nació la cantante Rhiana y dicen que es donde se elaboró por primera vez el ron. El paisaje y las playas son idílicos, con su arena fina y blanca y sus aguas transparentes, el clima es tropical, las gentes de allí son muy amistosas. Todo eso y la estabilidad política han provocado que muchos ricos hayan escogido esta isla para comprar propiedades o jubilarse. Hay dinero y se nota. Y eso produce lujo, sobre todo en la parte oeste de Barbados.

Barbados (foto de elly h en Unsplash)

Si tienes pendiente tu luna de miel... Mauricio

He estado buscando la mejor isla para una luna de miel y siempre aparece la isla Mauricio. Por algo será. Según he podido leer de los recién casados que se habían decantado por esta isla, las razones principales son la tranquilidad, la excelente calidad de los resorts (hay unos 150 hoteles en total) y los atardeceres románticos en sus playas. Situada en medio del Océano Índico, a unos 900 kilómetros de Madagascar, también dicen muchos novios que es el equilibrio entre un servicio de lujo y un precio bastante razonable.

Aparte de sus playas (no hay adjetivos lo suficientemente exagerados para describir su belleza), hay varias actividades que se pueden hacer en Mauricio: navegar en catamarán y hacer una barbacoa a bordo, ir a ver los Templos de Grand Bassin o hacer caminatas por los senderos del Parque Nacional de las Gargantas del Río Negro.

Le Morne, Mauricio (foto de Xavier Coiffic en Unsplash)

Si te gustan las rutas en coche... Tenerife

La isla de Tenerife es un destino todoterreno. Es decir, vale para todos los gustos. Naturaleza, familia, deporte, cultura, pareja, playa... Y teniendo en cuenta que está a dos o tres horas de avión, es posible escaparte dos o tres días –o un fin de semana. Y si a eso le añadimos que la temperatura media anual es de 23º, no hay más que hablar. Bueno sí, hay que viajar y conocerla. 

Lo bueno de Tenerife es que es muy diversa. El sur es cálido y playero, y el norte es húmedo y aventurero. Y en medio, el Teide, el pico más alto de España con 3.718 metros de altura. Por eso vale la pena dar la vuelta. Iniciar la ruta por el centro en el Teide, luego ir al oeste a los acantilados de Los Gigantes, subir al norte hacia Garachico y sus piscinas naturales, seguir hacia el Valle de la Orotava, la capital de santa Cruz y La Laguna, para finalmente bajar hacia las grandes playas del sur como El Medano o Las Americas (más turística).

Boca Tauce en Santa Cruz de Tenerife (foto de Joshua H. en Unsplash)

Si te gusta navegar en velero... las islas croatas

Aquí no estamos hablando de una isla, sino de mil. El archipiélago dálmata frente a la costa croata es uno de los más deseados por los aficionados a la náutica. Lo que hace que estas islas sean muy recomendables para navegar es que están muy protegidas del viento y el mar suele estar generalmente en calma, únicamente corren brisas, lo que hace que la navegación y fondear en la costa sea un placer. Eso por un lado, pero por otro son sus playas, muchas de ellas en islas deshabitadas, con extensas zonas vírgenes y en medio de parques naturales.

Alquilar un velero en verano en Croacia es ideal. Tienes múltiples opciones para rutear, desde las islas de Hvar o Miljet, el parque nacional de las Kornati o las cataratas Krk -a las que se puede acceder navegando-, o bien visitar las ciudades de Dubrovnik, Trogir o Split, que tienen un interés histórico altísimo. Aparte, hay que tener en cuenta que su infraestructura de puertos es muy eficiente y garantiza la seguridad en caso de que el mar se levante excesivamente.

Bahía de Smrska en isla Hvar, Croacia (foto de Klemen Lorber en Unsplash)

Si eres un foodie... Lesbos

De todas las islas griegas, probablemente Lesbos sea una de las menos conocidas. No se menciona mucho, la verdad. Se habla más de Creta, Santorini o Rodas, pero poco de Lesbos. Pues bien hay que decir que allí se elabora un aceite exquisito. Es un descubrimiento para el paladar. Tiene fama de ser el mejor de toda Grecia, que ya es decir. Si a eso le añades un extraordinario pescado y unos vegetales frescos de altísima calidad, nos encontramos con una gastronomía sencilla, real y mediterránea.

Lesbos es un paraíso también en el aspecto culinario, especialmente en los platos de la cocina griega. Hay restaurantes por toda la isla. Como sugerencias podría destacar el Omega Restaurant & Bar situado en la ciudad de Anaxos. Se considera uno de los lugares más prestigiosos de la isla. La base del menú consiste en platos nacionales, que son preparados por los chefs en plena conformidad con las recetas antiguas. Hay que pedir un meze (una especie de aperitivo) acompañado por el aguardiente griego Ouzo, otro de los productos elaborados localmente.

Lesbos, Grecia (foto de Teresa Schilder en Flickr)
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