Los secretos mejor guardados de Dublín
Por Garvan Rushe
(Experto guía local)
Es muy improbable que exista alguien en este mundo que conozca la ciudad de Dublín mejor que Garvan Rushe. La conoce como la palma de su mano. La ha recorrido tantas veces, que es como su casa. Es un guía local. Uno de los mejores. Si reservas un tour personal –de 2, 3 y 5 horas- para explorar la ciudad a pie con Dublin Tour Guide, puede que te toque Garvan. Si es así, habrás tenido mucha suerte.
Como decíamos, se conoce tan bien la ciudad que te la puede enseñar de una forma muy personalizada, según lo que te interese: la historia pasada o reciente, la cultura, arquitectura o lo lugares que tienen relación con la literatura, los pubs, la curiosa gastronomía. Cualquier tema es posible con él.
Lo que este hombre no sepa acerca de Dublín, simplemente no vale la pena saberlo. Así que antes de planificar tu próxima escapada a la ciudad de Dublín, sigue leyendo este post donde Garvan cuenta a Travelzoo sus recomendaciones más imprescindibles.
Lo mejor de vivir en Dublín es que puedo caminar por O'Connell Street, por ejemplo, y justo allí está el impresionante edificio que alberga la Oficina Central de Correos (en la foto), donde se estableció el cuartel general y donde comenzó el Rising (el Alzamiento de Pascua), una rebelión que tuvo lugar en Irlanda contra la autoridad del Reino Unido, un lunes de Pascua de abril de 1916, y que llevó a la independencia irlandesa. Estoy seguro de que la mayoría de los dublineses lo dan por sentado, pero para los turistas es un sitio altamente reverenciado.
La historia y la cultura marcan mi camino a través de la ciudad de tal manera que casi podría ser Leopold Bloom, el personaje de la novela Ulises de James Joyce, pero viviendo cada día mi propia odisea. Cuando el invierno llega o el aire se siente rancio, simplemente me subo a un avión de Ryanair y vuelo prácticamente a cualquier lugar de Europa “por cuatro céntimos”.
Para una ciudad con 1,9 millones de personas (Metropolitan, 2017), Dublín se siente y actúa más como un pueblo. Los lugareños incluso se refieren a ella así: mi pueblo. Los edificios son bajos, dando a la ciudad no sólo una sensación más luminosa, sino que también le aporta un toque humilde y, en definitiva, una percepción más humana.
Lo que sorprende de esta ciudad a la mayoría de sus visitantes es la gente. De lejos, el mayor atractivo de Irlanda es su gente. Y aunque se suele decir (en general) que la gente de las zonas rurales es más amistosa que la gente de la ciudad, Dublín no tiene nada que ver con esa afirmación. Todo lo contrario. No es como las demás ciudades occidentales. Todos los irlandeses son rurales en espíritu, y tenemos la fama y la reputación de ser la gente más amistosa y hospitalaria no solo de Europa, sino del mundo. ¿No me crees? Pues ven a Dublín y haz la siguiente prueba: ve a una calle de Dublín y hazte el perdido, como si no supieras dónde ir. Verás como en 30 segundos, si no en 10, un dublinés se acercará rápidamente para ayudarte. Y no te sorprendas si te acompaña caminando hasta tu destino. Somos así.
Cuando necesito escapar un poco de todo, suelo ir a algún lugar natural, como un parque, o bien a algún lugar tradicional / literario como un antiguo pub en una tranquila tarde de mediados de semana. St Stephen's Green (en la foto) es la opción por defecto para los dublineses, ya que está justo en el centro de la ciudad. Es nuestro Central Park, pero mejor: es lo suficientemente grande como para respirar un poco de oxígeno puro y estar rodeado de vegetación, y es lo suficientemente pequeño para que se pueda encontrar la salida. Pero aparte de eso, ya se sabe: hablamos de Irlanda, por lo que el verde está garantizado todo el año.
Trinity College resulta familiar para cualquiera incluso aunque haga la visita turística más superficial de Dublín. La mayoría del campus, sin embargo, no suele ser explorado por los turistas. Caminar por una de las muchas plazas verdes o simplemente contemplando el campo de cricket que hay en el exterior; o incluso mejor, tirarse sobre la hierba en un día soleado es una gran manera de sentirse libre y relajado. Y como sugerencia: leer algunos de los trabajos más logrados de uno de los ex alumnos de literatura de la universidad como Wilde, Beckett, Stoker o Swift.
Por cierto, algo sobre Dublín que la mayoría de la gente no sabe: El "Mesías" de George Frideric Handel fue interpretado por primera vez el 13 de abril de 1742 en Dublín. El auditorio Neal's New Music Hall solía estar en Fishamble Street, pero en la actualidad solo permanece una de sus entradas que ha sido reconstruida, una estatua oculta en el interior, un hotel adyacente con su nombre, y tal vez puede ser que te tropieces con algún guía cantando el coro Allelujah a su grupo de viajeros.
La mayor falsedad que se dice sobre Dublín es que llueve todo el tiempo. A pesar de eso, aconsejo a todos los que vengan a Irlanda que se preparen para un clima ventoso, húmedo y frío –traer abrigo y un buen paraguas o directamente un chubasquero– pero la realidad es que Dublín tiene un clima más a menudo seco que húmedo. De hecho, Dublín es la parte más seca de la isla. Bueno, casi. Irónicamente, la parte más seca de la isla es Lough Neagh, el lago más grande de Irlanda y Gran Bretaña. Y si quieres algo más de ironía, considera viajar a Dublín en abril, nuestro mes menos lluvioso.
Algo que muchas personas se pierden cuando vienen a Dublín, pero que no deberían, es el Museo Nacional de Arqueología. Las colecciones son enormes. Mi consejo es concentrar la visita en las exposiciones de Treasury and Kingship & Sacrifice. Y ya que estás en la zona, no te pierdas la National Library para contemplar la impresionante sala de lectura y dar una vuelta breve por la exposición permanente de WB Yeats, el mayor poeta de Irlanda. Incluso echarle un vistazo a los baños vale mucho la pena.
A la vuelta de la esquina te encontrarás la National Gallery, que acaba de reabrirse completamente después de una reforma que ha durado 6 años. Organízate para estar allí para uno de los tours que programan con los aspectos más destacados de la galería. Será un gran día para ti, ya que ni siquiera te habrás gastado un centavo, dado que todos estos lugares son gratis.
Los amantes del café deben dirigirse al Dublin Barista School (en la foto) en South Anne St., donde he catado el espresso más alucinantemente bueno de mi vida y donde hice un curso de barista - el barista es el profesional especializado en el café de alta calidad, que trabaja creando nuevas y diferentes bebidas basadas en él, usando varios tipos de leches, esencias y licores, entre otros.
Si lo que buscas son otras bebidas de color negro (cerveza), lo mejor es que te mantengas lo más alejado posible de la zona de Temple Bar. Los lugareños nunca van allí. Y si estás buscando a los lugareños, te aconsejo dar un corto paseo por Wexford / Camden St. Por ahí es donde encontrarás auténticos dublineses. Hay un pub / bar / club para cada tipo de bebedor. Tanto si tienes 19, 29, 39, o 49-99, allí encontrarás el pub que encaje contigo.
La mejor Guinness de Dublín se sirve en McAids. Seguramente existen muchos lugares que reclaman que tienen la mejor Guinness; en el centro histórico, Long Hall, Mulligan, The Duke y Kehoe son reconocidos por los propietarios de bigotes frecuentemente mojados de cerveza como recomendables para tomarse una pinta. Pero para mí, McDaids es el único.
Mi restaurante favorito ahora es The Woolen Mills, que siempre tiene algo tanto para el amante de la cocina tradicional como para el que busca gastronomía aventurera. Tienen sopas, sándwiches y hamburguesas, pero no son ésas sus combinaciones típicas (hamburguesa de carrillera de ternera sí lo es, por ejemplo). Todos los platos muestran la gloriosa calidad de los ingredientes irlandeses. Si quieres algo muy irlandés, prueba las costillas de bacon o el Dublin coddle –es un plato típico irlandés, el preferido del escritor Jonathan Swift, que consiste en diferentes capas de salchichas de cerdo cortadas en lonchas y recubiertas de bacon (denominadas rashers) todo ello mezclado con patatas cortadas en rodajas y cebollas.
Si solo tienes un día en Dublín... bueno, obviamente te aconsejo reservar una excursión privada para que puedas ver, aprender, experimentar y exprimir la ciudad tanto como te sea posible. Pero, si decides ir a tu aire, aquí está mi recomendación para un día perfecto:
- Book of Kells en Trinity College por la mañana
- Café y almuerzo en el Dublin Barista School o en Kilkenny
- EPIS, el museo de emigración irlandesa
- Un taxi a Kilmainham Gaol (reserva con antelación)
- Cena en el restaurante The Woollen Mills, con una maravillosa vista de Ha'penny Bridge
- Gravedigger Bus Tour, una forma muy entretenida y cómoda de descubrir el resto de los lugares interesantes de la ciudad y conocer la parte oscura de Dublín. De hecho, aquí se rodó Drácula de Bram Stoker, una de las novelas más góticas de la historia.