Nueva York: 14 planazos para descubrir la ciudad

29, 10, 2017

"New York is New York". La famosa “Gran Manzana”. Una ciudad repleta de tentaciones. La ciudad total. Gastronomía de todo tipo, los museos más top del mundo, el mejor shopping, musicales imprescindibles. Lo que no encuentres en Nueva York, no existe.

Si tienes planes de viajar a Nueva York, te proponemos 14 cosas que hacer (planazos) en la Gran Manzana para una visita rápida, diferente y económica. Solo tienes que seguirnos.


Un consejo al aterrizar en Nueva York

Los 3 aeropuertos de Nueva York son el JFK (a 20 kms), LaGuardia (a 10 kms) y Newark ( a 25 kms). Si cogéis un taxi, os aconsejamos pedir por la tarifa plana para llegar a Manhattan.

Ah, y para descuentos para comprar actividades, échale un vistazo a la tarjeta Explorer de NYC.


14 planazos en la Gran Manzana

Si es tu primera vez, sobrevuela Manhattan en helicóptero: para empezar, te planteamos una forma sorprendente – y no muy cara – de descubrir la gran manzana. Desde el cielo, a vista de pájaro. Se trata de una aventura que te permitirá tener un recuerdo de Nueva York espectacular. Hay varios recorridos desde 12 a 45 minutos. Te recomendamos algo intermedio: el de 30 minutos. Vistas en las que hay que fijarse: La isla de Ellis y la Estatua de la Libertad, el Empire State Building, Chrysler, Woolworth, Edificios Met Life, USS Intrepid, y Central Park, el puente de Brooklyn, el puente de Manhattan, el puente Verrazano, Puente de George Washington, el Yankee Stadium, y MetLife Stadium.

Ve directamente al corazón de la ciudad: Times Square es la parte más frenética de Nueva York: luces intermitentes, bullicio y multitudes de personas yendo de un lado a otro. Es un maravilloso caos. Si te gusta la sobrecarga sensorial, la mezcla caótica de vallas publicitarias enormes, pantallas digitales, transmisiones de televisión, vaqueros desnudos, Elvis Preysler y personajes estrafalarios, este es tu lugar. Hay que sumergirse en el centro y respirar a fondo. Es el pulso de Nueva York. Un espectáculo.

Desayuna los mejores pancakes: hay infinidad de maneras para afrontar el desayuno (breakfast) en Manhattan: huevos, bacon, beans, tostadas, tartas como el cheesecake, hay de todo. Pero lo que no hay que perderse son las populares y esponjosas tortitas (pancakes) con sirope de arce. Si tienes que elegir un sitio, te aconsejamos el Clinton St. Baking Company. Son tan buenas que suelen tener lista de espera. Además, sin lugar a dudas es una inteligente forma de cargarse de energías antes de ponerse a callejear.

 

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La Estatua de la Libertad por la noche y sin pagar ni un dólar: la Estatua de la Libertad -con 46 metros de altura, 93 si contamos la base- como un fetiche. Un símbolo. Este célebre icono de la Gran Manzana fue donado hace 125 años por Francia para celebrar la Declaración de la Independencia de Estados Unidos (1776). Cuando la ves allí, como se levanta, esplendorosa, se te queda en la retina. Nuestra recomendación es verla gratis. Para ello, súbete al ferry gratuito de Staten Island. No para en Liberty Island, donde está la estatua, pero se ve perfecto y, a medida que se aleja de Manhattan, tienes unas panorámicas preciosas del Downtown, aún más alucinantes al atardecer o al anochecer, cuando los rascacielos se iluminan.

De "shopping" en el centro comercial más grande del mundo: Macy´s está situado en la calle 34 entre la Sexta y la Séptima Avenida, tiene 7 plantas con todo tipo de tiendas: ropa, calzado, cosméticos... Macys es el centro comercial (mall) más grande del mundo. Y los precios son súper asequibles. Un paraíso para los que disfrutan yendo de tiendas. El shopping es ineludible en New York. Un ritual. Ojo, antes de lanzarte a las compras, ten en cuenta que hay un 11% de descuento para los extranjeros (pídelo en el Visitor Center – necesitas el pasaporte).

El Zoo de Central Park: Con sus 4 kilómetros de alto por 800 metros de ancho, Central Park es el espacio donde todos los neoyorquinos se acercan para desconectar. Puedes correr, andar, ir en bici, hacer un picnic o ir en barca por algunos de los puntos más destacados del lago – el Bow Bridge y la Loeb Boathouse. También se puede visitar el zoo. Tal vez es más un plan familiar, pero vale la pena porque es un clásico. A los niños les sonará de la saga de dibujos animados Madagascar.

 

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Subir a un rascacielos y que no sea el Empire State Building: está claro que estamos hablando de la ciudad de los rascacielos. Como sabes, hay 3 que son especialmente interesantes por sus vistas : el Empire State, el Top of The Rock y el One World Observatory. Nuestro consejo sería elegir el Top of the Rock de Rockefeller Center. El motivo es muy sencillo: las vistas que se obtienen desde lo alto de este rascacielos no se consiguen subiendo a ninguno de los otros dos. Mirando hacia el sur puedes ver todo Manhattan hasta el downtown, e incluso la bahía y, sumergido entre todos los edificios, destaca el Empire State Building. Y mirando al norte, se muestra esplendoroso el Central Park.

 

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Probar la "cheeseburger" más famosa de la ciudad: no te puedes marchar de Nueva York sin probar una hamburguesa. Es el alimento que define a todo un país. Hay un local casi secreto que se oculta en un rincón del hotel Le Parker Meridien. Sirven una cheeseburguer para chuparse los dedos. Se llama Burger Joint. Ojo, hay que hacer cola. Por suerte, hace poco abrieron un segundo local en Greenwich Village, mucho más amplio y mejor ambientado, con paredes de ladrillo visto y suelos de madera recuperada.

 

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Paga lo que quieras por entrar en los museos: Nueva York tiene museos y galerías de arte de gran prestigio. Si te apetece un poco de arte, te recomendamos los que son Paywhatyouwish –paga lo que quieras–. Es una fórmula que funciona en muchos museos durante unas horas a la semana. Por ejemplo el Guggenheim establece el Pay What You Wish los sábados de 17.45 a 19.45 y el Museum of Modern Art (MoMa) los viernes de 16.00 a 20.00.

Dónde ver una misa de Gospel: para asistir a una misa de Gospel hay que dirigirse decididamente al barrio de Harlem. Lonely Planet recomienda la Absyssinian Baptist Church (146 W 137th St). Tienes que ir con tiempo, puesto que siempre hay colas. Es una de las iglesias más populares y turísticas. Si no puedes acceder, dan otras dos opciones, más pequeñas y desconocidas: la Rendall Memorial Presbyterian Church (59 W 137th St), la Salem United Methodist Chruch (211 W 129th St) o la Second Providence Baptist Church (11 W 116th St).

Cruzar caminando el Puente de Brooklyn: con el paso del tiempo, se ha convertido en uno de los mayores atractivos turísticos. Son más de 1.800 metros de caminata que separan el sur de Manhattan y el borough de Brooklyn. Un placer. Y ya que estamos, si te queda un hueco, date sin falta una vuelta por Brooklyn donde podrás visitar, entre otros, Janes Carrousel, Brooklyn Bridge Park, Prospect Park, DUMBO (Down Under Manhattan Bridge Overpass), Williamsburg, Botanic Garden o la playa de Coney Island.

Paseo obligado al anochecer por el High Line: tras una suculenta cena, es imprescindible caminar por el High Line. Es una de las zonas verdes más populares y bonitas que hay ahora mismo en la ciudad. Fue inaugurado en el 2009 sobre una antigua línea elevada de ferrocarril. Tiene unos 2 kilómetros de longitud y recorre desde Gansevoort Street hasta la calle 34 de la parte oeste de la ciudad. Durante todo el recorrido hay varios bancos para sentarse o tumbarse.

De musical en musical en Broadway: hay una actividad que siempre apetece al final del día: el teatro y los musicales. Y ya sabemos que el reino es Broadway. Como suponemos que sabrás, Broadway es una avenida que atraviesa la isla de Manhattan en diagonal. A la altura del cruce con la 7ªAv., están Times Square y el Theater District, donde se representan obras de teatro y musicales en las salas más famosas. 

Ir al Soho a tomar un "cheesecake": hay una pastelería en el Soho donde sirven una delicatessen: Eileen's Special Cheesecake, el postre favorito de los neoyorquinos. En Eileen llevan 35 años elaborando esta exquisitez, por lo que de tanto prepararlo lo bordan. Cuando pruebes ésta, ya no querrás probar otra. Brutal. Vale la pena comprar una ración a 3$ y darte un paseo por el Soho.

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