Nueva York de noche (dónde cenar, salir y dormir)

12, 05, 2019

Todo el mundo habla sobre qué hacer de día en Nueva York, pero ¿y de noche? ¿Qué nos ofrece la Ciudad que Nunca Duerme?

Cuando el sol se oculta tras los rascacielos de la gran ciudad, todavía hay mucho tiempo hasta que vuelva a aparecer. Muchas horas, minutos y segundos. Y entonces la ciudad se ilumina, inundada por luces fluorescentes de todos los colores. Nueva York muestra su otra cara. Se transforma. No es mejor ni peor, es una Nueva York distinta. El cielo se oscurece, mucha gente se esconde, huye, pero sus calles se vuelven más divertidas, enigmáticas, valientes, creativas, muestran su verdadero yo. Y es precisamente en ese momento cuando vale mucho la pena salir y vivir la ciudad sin miedo.


Billetes baratos a Nueva York

Para disfrutar la noche neoyorquina, lo primero que hay que hacer (evidentemente) es llegar a Nueva York. Si reservas con tiempo y eres flexible con las fechas, el billete te puede salir realmente económico. De media, un vuelo de ida y vuelta desde España cuesta unos 600€ o 700€. En julio y agosto puede subir bastante. Más de 1.000€ es caro, menos de 500€ barato. Para reducir al máximo, lo ideal es viajar fuera de temporada. 


Moverse con el ferry de Staten Island

Está claro que el metro es imprescindible en esta ciudad. Es la sangre. Da vida a las calles. Puedes cogerlo a cualquier hora. También, por supuesto, puedes coger los típicos taxis amarillos o caminar. Pero hay una recomendación que hay que tener en cuenta si llegas al atardecer: coger el ferry de Staten Island. Funciona toda la noche, sale cada 15 minutos y es gratis. Tiene un tour especialmente bonito de noche. Son unos 6 kilómetros entre St George y Whitehall Street y la duración del trayecto son alrededor de 20 minutos. Las vistas de la Estatua de la Libertad y los rascacielos de Manhattan iluminados son de película. Ojo, hay que ponerse en la parte trasera que está descubierta, donde seguro que podrás hacer mejores fotos.

Manhattan visto desde el Staten Island Ferry (foto de Stéphan Valentin en Unsplash)

Vistas desde lo alto del Empire State Building

Está claro que en “el reino de los rascacielos” no faltan miradores. Los hay a patadas. Eso sí, los hay más emblemáticos que otros. El Empire State Building es uno de ellos. Cierran a las dos de la madrugada, por lo que puede ser una buena idea acercarse allí y subir al piso de observación en la planta 86. Las vistas de 360 grados dan una sensación de poder alucinante. Por cierto, se pueden pedir unos prismáticos. Si buscas otra opción puedes probar con el mirador del edificio Top of the Rock del Rockefeller Center, donde subirás en ascensor unos 200 metros que te conducirán hasta el piso 67 y, a partir de aquí, podrás moverte libremente hasta la planta 70. La vista a Central Park es insuperable.

El Empire State Building visto desde The Top of The Rock en el Rockefeller Center (foto de Iñaki del Olmo en Unsplash)

Dónde cenar

Lo dicho, no hay nada imposible en Nueva York. Puedes cenar siempre que quieras y, en cierta manera, lo que te dé la gana (si entras en la web Menupages, puedes ver todos los restaurantes abiertos las 24 horas). A medianoche podrás comer en la calle, en las cafeterías, pero también en restaurantes de lujo. Incluso hay restaurantes que no cierran la cocina nunca. Es un non-stop.

Eso sí, lo que siempre tendrás garantizado a todas horas son las 3 comidas indispensables de la ciudad: pizzas, hamburguesas y bagels. Estos últimos son todo un estilo de vida en Nueva York y puedes catarlos en infinidad de puestos, las 24 horas. Para muchos neoyorquinos, la mejor tienda de bagels se encuentra en el 242 de la Fifth Avenue. Si, en cambio, te decides por una hamburguesa, te compartimos un secreto: oculta tras la cortina del lobby del hotel 5* Le Meridien Parker encontrarás una hamburguesería Burger Joint con hamburguesas de aquellas que no olvidarás fácilmente.


La diversión empieza en Broadway

Después de cenar, la diversión comienza en Times Square y las calles próximas –entre la 40 y 47–  hasta Broadway. Allí está el espectáculo en todo su esplendor. Es la noche en estado puro. Los noctámbulos se vuelven locos. Hay que darse un vuelta por allí y dejarse seducir por el magnetismo de los rótulos: Reuters, la Policía, MacDonalds... es la meca del showbusiness, de los musicales, los teatros, los cines... Hay ofertas siempre y para todos los gustos. Actualmente podrás ir a ver los famosos musicales de El rey León, El fantasma de la Ópera o Frozen.

Otra magnífica opción es ir al Feinstein's/54 Below. Es el sótano del antiguo Club 54 y cuenta con excelentes shows. Está ubicado bajando la calle (y las escaleras) desde Times Square y es conocido como el “salón de estar” de Broadway. Puedes elegir entre 3 espectáculos cada noche. Casi todas las mesas están tocando el escenario, por lo que la experiencia es siempre muy directa.

Times Square en Nueva York (foto de James Genchi en Unsplash)

Conciertos de jazz y blues en directo

Puede que escuchar un concierto de jazz y blues en vivo en un club sea una de las experiencias más gratificantes si sales por la noche en Nueva York. Allí han tocado los mejores. Desde Charlie Parker o George Shearing, hasta John Coltrane. Muchos son locales de culto. La ciudad está llena de música en directo, por lo que hay oportunidades para todos los bolsillos. De todos modos, si hay que elegir un barrio, lo más conveniente es ir al Greenwich Village o más arriba, en Harlem. Smalls, Fat Cat, The 55 Bar, Mezzrow, Blue Note o el legendario Jazz Standard.


Peluquerías y otras manías

Pero la noche neoyorquina no se acaba ahí. Siempre hay más. Y ante todo siempre es original. Lo dicho, hay una vida paralela cuando se va el sol. Billares, salas de baile, yoga, tiendas de todo tipo, Apple Stores, juicios reales (están abiertos hasta la una de la madrugada), gimnasios, tenis... y peluquerías. Sí, sí, siempre encontrarás algún sitio abierto para ir a hacerte un peinado sofisticado para una fiesta de última hora o para manicuras y pedicuras de buena madrugada. Por que ya se sabe, esto es Nueva York, y uno nunca sabe qué puede pasar o adónde te pueden invitar.


Salir de marcha

Y llega el momento de máximo apogeo. El climax final. Está claro que en esta ciudad no te van a faltar locales para pasártelo en grande. Hay miles. Algunos son incluso famosos por aparecer en el cine –como Cotton Club o Studio 54– pero normalmente las discotecas y pubs cierran sus puertas a las 3 o 4 de la madrugada. Luego, si tu intención es seguir la fiesta, hay que trasladarse a afterhours hasta las 6. Entre los nombres que más suenan ahora en la ciudad están: MarqueePink Elephant.


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