Rumbo a Polonia: qué ver en Varsovia

23, 09, 2019

Nuestra experta en viajes Magda Machaj, originaria de Polonia, nos cuenta: "Empecé a apreciar mi propio país y lo mucho que tiene que ofrecer cuando me mudé al extranjero (el clásico 'síndrome de los expatriados' que de pronto se vuelven melancólicos cada vez que regresan a sus tierras). Pero gracias a ello, estoy encantada de dar a conocer Polonia". Aquí nos devela algunos de los datos más interesantes que debes conocer si planeas un viaje a este bello país europeo.


Para tener en cuenta:

  • La moneda. Złoty Polski o PLN. Conviene sacar el dinero directamente del cajero ya que suele ser mucho más rentable que si lo haces en los clásicos kantor o casas de cambio. Además, en la gran mayoría de lugares puedes pagar con tarjeta.
  • Clima. Para disfrutar de la visita y no morir de frío, es altamente recomendable viajar entre los meses de mayo y septiembre (aunque con el cambio climático las estaciones se vuelven poco previsibles, así que quizás tengas suerte y encuentres un clima favorable en otras épocas del año...)

¿Cómo es Varsovia?

Esta es la capital y mi ciudad natal, de la que hablaré en más detalle. Cualquiera diría que Varsovia es fea. Una mezcla ecléctica de estilos sin sentido: moderno, socialista, grande, pequeño, que no encajan entre sí, como si los arquitectos no tuvieran ni idea… Sí, es lo que puede aparentar a primera vista. Pero una vez conozcas un poco su historia, lo que ves te resultará un fenómeno muy especial. Lo que puedes tener por seguro es que te impresionará lo espaciosa y verde que es la ciudad.

Ojo: tienes 2 líneas de metro con las que es muy fácil moverse por la ciudad y llegar a todos los lugares más emblemáticos. También hay muchos tranvías y autobuses que te permiten conocer la capital.


Centro y Casco Antiguo

Empezamos nuestro paseo por Varsovia por el centro, como no podía ser de otra manera, y para ello bajamos en la parada de metro Centrum, justo enfrente del Palacio de Cultura y Ciencia. Su historia es algo polémica (fue un regalo de Stalin a Polonia), pero eso no quita que se haya convertido en un símbolo arquitectónico de Varsovia, y que ahora mismo tenga una gran oferta cultural, como teatros de renombre, un buen cine y el famoso café Kulturalna. Vale la pena pasarse por este, especialmente por la tarde ya que siempre se puede disfrutar de un buen concierto, buena fiesta y un buen cóctel en un ambiente agradable, internacional y bohemio; una fantástica oportunidad para conocer gente.

Palacio de Cultura y Ciencia de Varsovia (foto de Krzysztof K. en Unsplash)

Seguimos por la calle Chmielna hasta llegar a la calle Nowy Świat y giramos a la izquierda. Pasaremos al lado del Palacio Presidencial, así como de algunas de las iglesias más conocidas. Nowy Świat desemboca en la calle Krakowskie Przedmieście. En esta parte de la ruta veremos la sede principal de la Universidad de Varsovia y acabaremos en la primera plaza del casco antiguo o Stare Miasto: Plac Zamkowy, donde se encuentra el Castillo Real, totalmente reconstruido después de la Segunda Guerra Mundial. Aquí también verás la Columna de Segismundo III, que está allí desde el siglo XVII y fue erigida por el rey Vladislao IV en memoria de su padre Segismundo III, quien trasladó la capital de Cracovia a Varsovia a finales del s. XVI. El casco antiguo hay que recorrerlo caminando por sus callejuelas, pasando de una plaza a otra. Entra en los patios de las antiguas viviendas y aprecia las vistas al río.

De Plac Zamkowy llegarás a otra plaza, Rynek Starego Miasta: aquí encontramos la emblemática Sirenita, el símbolo de Varsovia, que porta su escudo y arma. Siguiendo el paseo por el casco antiguo, llegaremos al Barbakan, un vestigio de la defensa de la ciudad que pertenecía a la muralla de Varsovia, también reconstruido. Y es que hay que tener en cuenta que la ciudad quedó destruida en un 90% durante la Segunda Guerra Mundial. Y un dato curioso: las reconstrucciones que se han hecho se basaron en los dibujos de antes de la guerra de Canaletto, el pintor italiano.

La sirenita, el símbolo de la ciudad (foto de Adam N. en Unsplash)

En uno de los bares, que muchas veces sobresalen directamente desde las ventanitas de las casas, prueba la focaccia polaca (zapiekanka), clásico bocadillo caliente con salsa de setas, queso, kétchup y cebollino (y otros ingredientes según los gustos).

Cruzando el Barbakan, llegamos a la parte conocida como Nowe Miasto (la Ciudad Nueva) con la casa de Marie Curie y uno de los famosos “Bares de Leche” (Bar Mleczny): el Bar pod Barbakanem. Los bar mleczny merecen una mención especial. Se trata de lugares muy clásicos que sobrevivieron a los tiempos soviéticos; quedan varios en la ciudad (la mayoría como una atracción “antigua”). Estos bares no suelen ser ni bonitos ni muy acogedores, pero igualmente están siempre llenos, ya que ofrecen la mejor comida casera y al mejor precio (¡por 3€ te pones las botas!). ¡Ojo! En la mayoría de los bares va a ser todo un reto hacer el pedido, ya que rara vez la gente habla inglés, pero el premio —los platos caseros— merecen ese esfuerzo. Aquí te doy unas pistas para que sea más fluido: prueba los famosos pierogi (empanadas polacas) z mięsem (con carne) o ruskie pierogi (queso), leniwe (un tipo de pasta de queso), pomidorowa (sopa de tomate, no confundir con gazpacho), naleśniki (creps clásicos de Polonia), pyzy (pastas de patata servidas con carne o queso), chłodnik (sopa de color fucsia, a base de yogur y remolacha, si vienes en verano), kotlet schabowy (filete empanado de cerdo)…y para tomar, la clásica gaseosa: oranżada. La comida la pides y la pagas al momento, y conforme va saliendo, recoges tu plato en una ventanita.

 
 
 
 
 
View this post on Instagram
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

A post shared by María Cano (@_redandrose_) on

(Para comer pierogi también recomiendo el restaurante Zapiecek en el casco antiguo, en la calle Freta 1).

Toca volver al centro. Puedes coger el metro y bajar en la parada de Politechnika, desde donde seguiremos la ruta. Si no has probado el bar mleczny en el casco antiguo, aquí tienes algunos de los más recomendables y céntricos: Bambino Bar, Bar Mleczny Złota Kurka o Bar Mleczny Prasowy.

Siguiendo por la calle Marszałkowska, llegarás a otros lugares con carácter propio en el centro de Varsovia: Plac Unii Lubelskiej y luego Plac Zbawiciela, con muchos bares y restaurantes (por ejemplo Plan B o Charlotte). No te pierdas Hala Koszyki (calle Koszykowa 63), recientemente restaurada con muchas tiendas y puestos de comida fantásticos.


BUW y Powiśle

Biblioteka Uniwersytetu Warszawskiego... No suena demasiado bien, ¿verdad?. ¡Pues no te dejes engañar por su nombre! La Biblioteca de la Universidad de Varsovia impone tanto por fuera como por dentro. Es un espacio moderno, lleno de vida  y con un pequeño gran secreto: sus jardines con vistas a la ciudad. ¡No te los pierdas!

 
 
 
 
 
View this post on Instagram
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

A post shared by Barbara Rutkowska (@b.a.s.h_) on

Otro punto de interés obligatorio en esta misma zona, especialmente si viajas en los meses de primavera y verano, es pasear por las orillas del río, con una gran animación diurna y nocturna. Baja en la estación de metro Centrum Kopernika y dirígete a la escalera que está casi a la salida del metro (allí mismo encontrarás otra sirenita de Varsovia). Llegarás a una zona de muchos bares-chiringuitos con música en el río y rebosantes de encanto, incluso de noche para pasear debajo de los puentes iluminados. Al principio tienes unos barcos convertidos en discotecas como BarKa o Wir, pero según caminas llegarás a bares como Babie Lato, Grunt i Woda, Hocki Klocki y Pomost 511, por mencionar varios. Todos están en el bulevar Bulwar Fotylii Wiślanej. Al otro lado del río encontrarás La Playa (ul. Wybrzeże Helskie 1/5).


Y los parques...

No te puedes perder el Parque Real Łazienki, el parque público más grande de Varsovia, con aproximadamente 80 hectáreas. Cuenta con un gran conjunto de palacios y un jardín botánico y, por su ubicación, forma parte de la “ruta real” (desde aquí puedes coger el bus 116 que hace un recorrido por muchas zonas de interés turístico y cultural de Varsovia, que te dejará en la zona de la ciudad vieja). El parque alberga el famoso monumento del compositor Fryderyk Chopin y aquí es donde se realizan los conciertos cada año de mayo a septiembre. También alberga muchos edificios de interés: el Palacio en la Isla, el Palacio Belvedere, el Anfiteatro, la Casa Blanca, el Templo de Diana…

Palacio sobre el agua o palacio en la isla (foto de Adam N. en Unsplash)

Pole Mokotowskie (“Campos de Mokotów”) es otro de los espacios verdes más grandes de Varsovia. Durante la II Guerra Mundial la mayor parte fue ocupada por el campo de aviación y la aeronave de la politécnica de Varsovia. Luego, hasta el año 1939, fue una pista de carreras de caballos. Ahora se festejan muy a menudo diferentes ferias, por ejemplo el Día de la Tierra. También cuenta con unos bares muy emblemáticos, como Bolek y Lolek (de un famoso cuento polaco para niños), o Zielona Gęś (nombre de una serie de obras de un fantástico poeta polaco, Gałczyński). Nada más bajar en la estación de metro Pole Mokotowskie, te lo encontrarás enfrente.

Varsovia otoñal (foto de Caio R. en Pixabay)

El Barrio Judío

En Varsovia, el Barrio Judío existe desde principios del siglo XIX. Durante la Segunda Guerra Mundial se incluyó en la zona del gueto judío, uno de los más grandes de Europa, con hasta 450.000 personas en sus momentos más duros. La historia es muy triste (como podemos comprobar en la película El pianista de Robert Polański) y ahora no queda mucho del folklore cultural del barrio, pero vale la pena pasar por allí y hacerse la idea de cómo era en su época de bienestar.

Por otro lado, la zona del gueto está marcada por una línea en el suelo. Recomiendo —por impactante que sea— visitar el Museo Judío de Varsovia para conocer más profundamente la realidad de aquellos tiempos.


El barrio de Praga

El barrio de Praga es la única parte de Varsovia que no quedó enteramente destruida durante la guerra, ya que queda al otro lado del río (la batalla con el ejército alemán, el Levantamiento de Varsovia, tuvo lugar por la zona del centro) y, hasta día de hoy, ha sabido conservar muy bien su carácter local. Era la zona obrera, más pobre; pero ahora mismo, por más que guarde su propio carácter, está llena de lugares de ocio, y gracias a su antigua arquitectura (entra a uno de los patios interiores de las antiguas fincas y admira sus diseños, por ejemplo en la calle Brzeska), te transporta a otra época. Actualmente es bastante hipster y se ha puesto muy de moda; allí encontrarás numerosos conciertos alternativos, street art, festivales, ferias, bares... todo muy distinto del centro de Varsovia.

Muchas de las fábricas que se encontraban en este lado del río han recibido una segunda vida gracias a las iniciativas de los artistas que, manteniendo el carácter de cada lugar, lo han reformado y lo han convertido en un espacio cultural con mucha oferta y diferentes eventos, tanto de día como de noche: por ejemplo en la calle Ząbkowska encontrarás el bar W oparach absurdu, en la calle 11 el Listopada Skład butelek y Saturator, o el club Klub M25 (Mińska 25).

 
 
 
 
 
View this post on Instagram
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

A post shared by Look Inside (@lookinsidepl) on

Pero atento: Praga sigue siendo un barrio que, debido a su pasado, puede ser menos acogedor en algunas de sus zonas, por lo que te recomiendo que no te aventures por las calles más oscuras o de dudosa reputación, y si visitas los patios, intenta parecer “lo menos turista posible”. Lo mejor es visitarlo de día y disfrutar de lo mucho que tiene que ofrecer a plena luz del sol.


Otros museos

Además del anteriormente mencionado Museo Judío, recomiendo también:


Más consejos para tu viaje a Varsovia

  • Vuelos y aeropuertos. Los vuelos a Varsovia suelen ser bastante baratos (si estás de suerte puedes volar incluso por 50€ i/v, aunque normalmente los precios rondan los 100€-150€ i/v). Las principales aerolíneas son Norwegian en verano, Wizzair e incluso LOT -la aerolínea de bandera- que, de vez en cuando, también saca muy buenas ofertas.

    Hay dos aeropuertos: el principal, Fryderyk Chopin u Okęcie, y el de Varsovia Modlin. Este último está más alejado del centro, pero muy bien comunicado con bus o tren. Desde el aeropuerto de Chopin puedes coger el autobus 175 que te lleva directamente al centro de la ciudad.
  • Tours gratis altamente recomendables, especialmente si no tienes mucho tiempo.
  • Y para ver lo que está pasando en Varsovia (nunca faltan festivales de cine, teatro, ferias; la oferta cultural está muy desarrollada), puedes echar un vistazo a esta web.
Ofertas relacionadas Ofertas relacionadas; Más

Más ofertas y recomendaciones