Sicilia: 10 razones para visitarla
Esta hermosa isla del Mediterráneo tiene mucho que ofrecer al viajero. Gastronomía, historia y cultura son solamente algunos de los puntos fuertes a tener en cuenta si decides visitar este destino.
Hay muchas cosas que podemos agradecerle a Sicilia. Por ejemplo, los cannoli (típico postre italiano relleno de queso ricotta), los vinos de Nero d'Avola, las fabulosas playas y una floreciente industria del agroturismo, por no hablar de algunas de las ruinas históricas más impresionantes del planeta.
¿Todavía no estás convencido para reservar tu vuelo? Pues sigue leyendo y descubre por qué este destino debe estar en la parte superior de tu lista de viajes.
El marisco y la comida callejera
Cuando sueñas con comida italiana —todos lo hacemos de vez en cuándo—, lo más probable es que te venga a la mente una buena pizza, un plato de pasta o cualquier manjar cubierto de queso. No obstante la gastronomía siciliana tiene su justa proporción de carbohidratos, ya que su cocina local se basa en el pescado y marisco fresco. Las sardinas y las almejas son muy apreciadas, pero uno de los pescados más omnipresentes es el pez espada, muy utilizado para cocinar, por ejemplo, los rollitos fritos o involtini di pesce spada. Otro de los bocados más populares en esta isla es la caponata siciliana (estofado de berenjena) y la pasta con le sarde (pasta con sardinas).
Hay que destacar también lo bien que se come en las calles sicilianas. Paseando encuentras sabores de todo tipo. Sin embargo, hay dos comidas locales imprescindibles: los arancini (bolas de arroz rellenas) y la granita (parecido a un granizado, pero mucho más cremoso). Y es que degustar la gastronomía siciliana mientras se pasea por il corso —como los lugareños llaman a la calle principal de los pueblos sicilianos— es la mejor manera para experimentar el auténtico paisaje culinario de la isla.
El vino
Es imposible tener una conversación sobre Sicilia sin hablar de su milenaria tradición vinícola. Es algo que forma parte de su personalidad y que, por cierto, tanto le ha ayudado a ubicar a esta región en el mapa epicúreo. Después de todo, Sicilia es el lugar de nacimiento del Marsala. Y mientras el Marsala sigue siendo uno de los vinos más valorados de esta región vitivinícola, lo cierto es que el paisaje contemporáneo del vino de Sicilia es muy diverso. Otros vinos favoritos de la zona son el Nero d'Avola, un tinto robusto a menudo comparado con los shiraz, y los que se elaboran con las uvas Moscatel de Alejandría.
Probablemente los vinos sicilianos más llamativos vengan de las laderas del monte Etna, donde los sufridos enólogos se han enfrentado a condiciones impredecibles para producir algunas de las botellas más deseadas de Italia. Entre las frecuentes erupciones volcánicas, altitudes elevadas y temperaturas frías, el Etna ofrece una serie de desafíos casi incomparables para los viñedos locales, y sin embargo, la región continúa atrayendo a inumerables creadores que no se rinden ante sus empinadas pendientes. Aquellos que superan estos obstáculos son recompensados con algunos de los vinos más exquisitos del mundo. Los visitantes no pueden dejar de catar los vinos de Etna de Graci, Ciro Biondi y los viñedos Tascante.
Sugerencia: los amantes del vino no pueden perderse una excursión a la localidad de Marsala, una de las más pintorescas del oeste de la isla. El hotel Carmine ocupa un edificio histórico en pleno corazón de la ciudad. Nos han fascinado el jardín y los techos abovedados.
Las playas mediterráneas
Siendo la isla más grande del Mediterráneo (25.711 km2), Sicilia dispone de uno litorales más espectaculares de Europa, y algunas de las poblaciones costeras más entrañables. Incluso sus playas, a diferencia de las playas de Capri, Cinque Terre o la Costa de Amalfi, no están tan masificadas de turistas, lo que permite disfrutarlas con mayor libertad y de forma mucho más agradable.
Entre los atractivos de la costa se encuentran la playa de San Vito lo Capo en Trapani, la playa de Mondello en Palermo o la playa de Calamosche en Siracusa, sin olvidar Isola Bella, un pequeño islote en Taormina; los acantilados blancos de Scala dei Turchi y las playas de arena negra de Vulcano.
¿Y cuál es la mejor manera de conocer la costa siciliana? Alquilar un coche y conducir paralelos al mar para tropezarse con las bonitas localidades que salpican su litoral. Muchas de las mejores playas se concentran en la esquina noroeste de la isla, cuya accesibilidad permite explorarla en un par de días.
Sugerencia: en el casco histórico de Trapani, a unos pasos de la playa, se ubica Residence La Gancia. Este alojamiento 4* permite alternar largas mañanas entre el sol y el mar con visitas al patrimonio siciliano.
Los cannoli
Sí, has leído bien: Sicilia se merece todo el reconocimiento del mundo por haber traído al mundo los cannoli. Y si nunca has hincado el diente a uno de estos pastelitos en Sicilia, jamás lo harás en ningún otro lugar. Es algo propio e intransferible.
Este dulce, que consiste en una especie de rollo frito relleno de ricotta, lo puedes encontrar por todas partes en Sicilia: en la panadería de la esquina, en escaparates de tiendas y como postre en los menús de la mayoría de restaurantes. Pero si buscas lo mejor de lo mejor, tendrás que poner rumbo a Piana degli Albanesi, una pequeña ciudad de Palermo conocida como el lugar donde nació este exquisito dulce. Lugares como Extra Bar y Antico Bar Sport sirven algunos de los cannoli más grandes y apetitosos del mundo.
El café
El café forma parte de la vida de los sicilianos. Se despiertan con él (lo primero que hacen al salir de la cama es servirse uno) y es lo último que toman cuando se acuestan. Y durante el día, su vida social, en la mayoría de los casos, gira en torno a la cafetería local. Suelen empezar muy jovencitos. Cuando se reúne la familia alrededor de la mesa de la cocina a la hora del desayuno o después de la cena, siempre hay un café. Es algo casi religioso. Eso sí, es muy común acompañar el café con biscotti para darle más “alegría” a la charla.
Cuando se entra en un bar siciliano, se entabla relación con los lugareños de pie en el mostrador (sentarse no suele ser fácil) y se permanece allí un rato: ten en cuenta que los italianos ven el bar no solamente como un lugar para repostar, sino también para socializar. Ojo, los sicilianos son de café fuerte y oscuro, lo que llaman espresso. Si prefieres un café "de los nuestros", entonces pide un caffè lungo.
Monte Etna
En el lado oriental de Sicilia, los viajeros pueden explorar el Monte Etna, el volcán activo más alto de Europa. Este punto de referencia situado próximo a Catania y Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO todavía entra en erupción con cierta frecuencia. El turismo próspero y las industrias agrícolas se han desarrollado en las ciudades situadas en sus laderas.
Es posible ascender esta montaña, aunque muchos prefieren evitar ese esfuerzo extenuante, dado que lo envuelve un intenso ambiente de calor y cenizas. De todos modos, existe una ruta para los que busquen un plan más cómodo: coger un teleférico hasta el punto medio para luego alcanzar la cima en un autobús 4x4. Para los que estén más interesados en contemplar el Etna desde lejos, tanto desde Catania como desde Taormina existen excepcionales vistas del monte.
Sugerencia: Castelmola es un pequeño pueblo a unos cuantos kilómetros de Taormina. Allí se ubica el hotel Villa Sonia, desde cuya terraza podrás contemplar el monte Etna y la inmesidad del Mediterráneo. Si tienes la oportunidad reserva con desayuno, uno de sus puntos fuertes de acuerdo a los comentarios de los viajeros.
Ruinas
Una de las mejores maneras de explorar la colorida historia de Sicilia es visitando algunas de las milenarias ruinas de la isla. Representaciones materiales del pasado, los hitos impresionantemente conservados -concentrados en Agrigento, Siracusa y Taormina- son puntos esenciales del turismo siciliano. Existen pocos lugares en el mundo con semejantes reliquias.
Los visitantes no deben perderse por nada del mundo la Valle dei Templi, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y un asombroso ejemplo de la arquitectura griega en Agrigento, y el Parque Arqueológico de Neapolis, un complejo en Siracusa con un anfiteatro romano, un teatro griego y los restos de varias canteras de piedra. Otra atracción popular es el Teatro de Taormina, un antiguo teatro griego todavía en funcionamiento con unas vistas espectaculares (comprueba el calendario para conseguir ver uno de los extraordinarios espectáculos que se exhiben en este escenario único). La entrada a la mayoría de las ruinas tienen un coste, pero pueden ser exploradas sin un guía turístico y sin necesidad de un permiso.
Sugerencia: Ojo al B&B Lekythos, a 5 km de Valle dei Templi. Esta casa de campo renovada exhibe un estilo moderno, con amplios ventanales y una piscina exterior rodeada de vegetación.
Eventos culturales
Los acontecimientos culturales también juegan un papel primordial en la vida social del pueblo siciliano. De hecho, el calendario de Sicilia está plagado de celebraciones de fiestas italianas, actividades artísticas y muestras de gastronomía autóctona. Los favoritos incluyen el Carnaval de Acireale en Catania, el Festival Cous Cous de San Vito lo Capo, el Festival de la Floración del Almendro en Agrigento, el festival de flores Infiorata en Noto y la Festa di San Giuseppe. De alguna manera, estos eventos ofrecen una visión del corazón y el alma siciliana y una comprensión más profunda de lo que más importa a los habitantes de esta impresionante isla.
Agroturismo
Teniendo en cuenta la historia ancestral de Sicilia, su excepcional geografía y curioso paisaje, no es de extrañar que el agroturismo sea una de las industrias más potentes de la isla. Una forma de viajar respetuosa con la cultura local y el entorno natural, el agroturismo permite una comprensión más profunda de la idiosincracia siciliana y la implicación que la agricultura desempeña en la economía local, la historia y los esfuerzos de preservación del medio.
En Sicilia, el agroturismo se centra básicamente en atraer a los turistas a las granjas locales y a sus bodegas. Las áreas agroturísticas más aconsejables incluyen los alrededores del Monte Etna, la antigua ciudad de Siracusa y la localidad costera de Messina. Los huéspedes que decidan alojarse en estos B&B o casas rurales a menudo son recompensados con productos frescos hechos en la granja, visitas por las tierras de alrededor y con las vistas pintorescas y la belleza natural de la Sicilia más intacta.
Sugerencia: Agriturismo La Casa di Melo tiene una puntuación de sobresaliente en Booking. En plena campiña de Siracusa, se trata de una finca de madera y piedra donde todos los alimentos son biológicos y proceden del propio huerto del establecimiento.
Las vistas
Ciudades en lo alto de los montes, calles adoquinadas, una costa escarpada que abraza el mar azul... Da la sensación que hay una nueva oportunidad para hacer una foto en cada esquina. ¡Nos vemos en Sicilia!