Suiza: la guía perfecta para recorrer las regiones de Friburgo y el Lago Lemán
La Gran Ruta de Suiza es el viaje por carretera número uno de Los Alpes. Hoy te invitamos a recorrer el tramo que atraviesa las regiones de Friburgo y el Lago Lemán en coche durante una semana: una propuesta de poco más de 60 kilómetros diarios que te permitirán descubrir que, aunque pequeñita, Suiza lo tiene todo. ¿Quieres ver la ruta con todos los imprescindibles del recorrido? Este mapa te ayudará a sacarle el máximo partido a tu viaje sobre cuatro ruedas.
Una semana al volante e infinidad de lugares y sabores por descubrir...
Las etapas más occidentales de la Gran Ruta no tienen pérdida, puesto que el recorrido -realizado en el sentido de las agujas del reloj- cuenta con su propia señalética. En total son 400 kilómetros que atraviesan dos regiones lingüísticas (alemán y francés), cinco grandes lagos donde refrescar la vista, siete "photo spots" muy instagrameables con el marco de la Gran Ruta, el Glacier 3000 -el punto más alto del recorrido con el primer puente colgante que une dos picos en los Alpes suizos -; 60 puntos de carga para coches eléctricos y, algo que no podía faltar en Suiza, tres quesos con denominación de origen propia que harán las delicias de los paladares más exquisitos.
En marcha: Lausana, una joya de la Riviera Suiza
¡Bienvenidos a Lausana! Nombrada "Mejor localidad pequeña del mundo" por la revista de viajes Monocle y elegida por el Comité Olímpico Internacional como su sede, a esta pequeña urbe a orillas del Lago Lemán no le falta de nada. Para descubrirla lo mejor es dejarse llevar: piérdete por las callecitas de su casco antiguo hasta toparte con la Catedral de Notre Dame -las vistas desde aquí son espectaculares-; empápate de arte contemporáneo en el nuevo polo museístico Plataforme 10 o pasea por el original distrito de Flon-Viertel, donde almacenes abandonados han dado paso a edificios punteros del siglo XXI como Les Pépinières.
Día 2: De Lausana a Vevey, entre el azul del lago y el verde de los viñedos
Nuestro "road trip" nos lleva hasta los viñedos de Lavaux donde inverosímiles terrazas han visto crecer las viñas durante siglos. Hoy este espectáculo de la naturaleza es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y un lugar único para degustar alguno de los excelentes vinos de la región con vistas al azul del lago. Enclavado entre las cepas, encontramos también el soleado pueblecito de Saint-Saphorin, refugio de muchos artistas y famoso por las arcadas sobre las cuales se construyeron las fachadas de las casas. La ruta concluye en Vevey, otra perla de la Riviera suiza capaz de enamorar incluso al cineasta Charles Chaplin, quien residió aquí durante los últimos 25 años de su vida.
Día 3: Montreux, imponentes castillos y paisajes de postal
Si hay un lugar donde la Riviera de Montreux se muestra en todo su esplendor ese es el Castillo de Chillon. Da igual desde qué ventana o torre te asomes: verás belleza por todas partes. No en vano, la que fuera la residencia de los condes de Saboya durante cuatro siglos es uno de los edificios históricos más visitados de Suiza. Tampoco se queda atrás la cercana fortaleza de Aigle, enclavada entre viñedos, o la misma ciudad balneario de Montreux, famosa por su Jazz Festival y las huellas de estrellas como Freddie Mercury o Miles Davis.
Día 4: Glacier 3000, vistas alpinas
Hoy toca aparcar el coche para observar Suiza desde las alturas. Y es que la llegada en teleférico a la estación de montaña de Glacier 3000 ya es espectacular de por sí. De repente, frente a ti, se desvela una vista panorámica de 23 cuatromiles que alcanza hasta el Mont-Blanc. Pero no solo disfrutarás de las vistas: aquí también puedes caminar por un vertiginoso puente colgante -el único que unes dos picos en los Alpes Suizos- o montar en la montaña rusa más alta de Europa.
Día 5: Gruyères, el reino del queso y no solo...
Hoy la aventura comienza en las laderas del Moléson, la montaña más emblemática del cantón de Friburgo. Aquí las vacas han pastado desde hace siglos y su leche se procesa para la producción de queso, en parte, en las mismas praderas alpinas. En la quesería de Moléson se ha mantenido esta tradición y tú, en primera persona, podrás ser testigo -de mayo a septiembre- de cómo se hace el queso en fuego de leña, a 1332 metros de altura y en una típica cabaña de 1686. Y de un lácteo a otro, porque a media hora escasa del Moléson, se esconde la Maison Cailler, un templo dedicado al chocolate que hará las delicias de los más golosos. Y, por la tarde... llegamos a Gruyères (pueblo) donde nos aguarda su imponente castillo y el restaurante tradicional Le Chalet, donde poner la guinda a la jornada con una buena fondue.
Día 6: Friburgo, la ciudad para los bon vivant...
Sí, nada más llegar a Friburgo, te darás cuenta de que lo tiene todo para el disfrute: uno de los cascos medievales mejor preservados de Europa, naturaleza virgen e impoluta en sus alrededores, una imponente catedral cuya torre de 74 metros ofrece vistas espectaculares de la ciudad, 15 puentes que unen las orillas del río Sarine y un funicular centenario que aún funciona con un sistema de contrapesos. Todo ello sin olvidar sus quesos (el gruyère AOP y el vacherin, con los que se elabora la fondue motié-motié, típica de la región) y sus 13 chefs con estrella Michelin.
Día 7: Dos lagos y el pueblo medieval de Murten
Que no te engañe su nombre: el Schwarzsee (Lago negro) también puede presumir de aguas azul turquesa según la incidencia de la luz, así como de paisajes romántico-agrestes donde realizar interesantes excursiones. No muy lejos, a poco más de una hora en coche, se encuentra también el Murtensee, otro bucólico lago llamado así por su principal localidad: Murten, un pueblo fortificado de donde no podrás irte sin pasear por su casco histórico o probar su típica tarta de nata. Por la noche y para poner punto y final a este gran road trip por las regiones del Lago Lemán y Friburgo nada mejor que dormir a cuerpo de rey entre las sábanas del emblemático Hotel Murtenhof & Krone.