Lo que debes saber antes de viajar a Hawái

Hawái es, probablemente, uno de esos lugares con los que fantaseamos toda la vida. Y es que, ya lo decía Mecano, ‘Hawái-Bombay son dos paraísos’. Sin saber muy bien cómo, un día ocurre y te das cuenta de que estás a punto de pisar una de las islas hawaianas. En el mes de mayo, cumplí uno de mis sueños viajeros más salvajes, pasar unos días en ese lejano paraíso, concretamente en The Big Island.
¿Qué isla elegir?
Es evidente que una semana no es suficiente para descubrir las maravillas que esconde esta isla volcánica, pero si lo es para comprender que la naturaleza es prodigiosa y fascinante. Los primeros días los pasamos con locales, lo que nos permitió descubrir algunos secretos del lugar que normalmente escapan a los ojos de los turistas.
Lo primero que debes saber si decides visitar conocido archipiélago es, qué tipo de viaje quieres hacer: Hawái está compuesto por cientos de islas repartidas a lo largo de 2.400 km y entre ellas son bastante diversas. En el extremo sureste del grupo de islas se hallan las ocho islas principales, que son, de noroeste a sureste, Niihau, Kauai, Oahu, Molokai, Lnai, Kahoolawe, Maui y Hawai (Big Island).
En la Big Island encontrarás menos turistas y un ambiente más calmado, si lo comparamos con la aglomeración y la fama nocturna de la capital del archipiélago, Honolulú.

The Big Island
The Big Island es conocida por su diversidad climática (la isla alberga 8 de los 13 climas posibles) y, por ende, paisajística. Alquilar un coche para recorrerla de norte a sur es más que recomendable. Durante el paseo en coche, visitando las diversas cataratas, parques naturales y jardines botánicos, descubrirás que el paisaje cambia por completo cada 20 minutos. De tundra densa y verde a desierto y de éste, a paisaje negro volcánico que bien podría ser lunar.

Una cosa que no puedes perderte si visitas la isla son sus espectaculares cataratas. Las más llamativas se encuentran al norte de la isla.
- Akaka Falls: el cae desde 128 metros de altura. Estas cataratas son parte del Parque Estatal de Akaka falls, al norte de Hilo en la Isla Grande. La cuota de admisión al parque es de $ 5.00 por coche o $ 1 por persona para peatones.
- Rainbow Falls: son las más fáciles de visitar. Se encuentran en Hilo y es durante la madrugada, cuando más oportunidad tendrás de ver arcoíris.
- Pe’epe’e Falls: se encuentran a unos 2.5 kilómetros de Rainbow falls, en el río Wailuku. Estas cataratas son algo más pequeñas que las anteriores, y suelen tener menos visitas de turistas.
- Onomea Falls: a esta maravilla de la naturaleza se accede a lo largo del camino boscoso del Jardín Botánico Tropical
- Hi’ilawe Waterfall (Waipi’o valley): es una de las cascadas más altas de Hawái. La altura total de las caídas es de unos 442 metros, con una caída directa más alta de unos 366 metros.

Otro lugar e visita imprescindible es la ciudad de Hilo y el parque nacional de volcanes. Es un escenario fascinante e increíble, nada parecido a lo que hayas visto hasta ahora. Hilo es la ciudad antigua de la isla y conserva todo el encanto de antaño.
Es el lugar idóneo para pasear y parar a comer algo antes de dirigirte al Parque Nacional de los Volcanes. El parque de los volcanes se encuentra a unos 45 minutos en coche de Hilo, y fue inaugurado en 1916, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1980.
En el parque, encontrarás varios volcanes. Aunque muchos de ellos se encuentran actualmente inactivos, hay dos que todavía ofrecen un espectáculo inigualable: el Maunaloa (cuya última erupción fue en 1984 pero que se sabe todavía vivo) y el Kilaue (que se encuentra erupcionando desde enero de 1983).
La mejor forma de ver la actividad de los volcanes es al atardecer, en la que podrás ver en todo su esplendor la lava incandescente. Tienes la posibilidad de hacerlo en avión, en barco o simplemente, como hicimos nosotros, llegar al parque en coche. Después tienes una ruta en bicicleta de unos 20 minutos y… verás a Kilaue en erupción.
Y un plan que nunca falla elijas las isla que elijas: nadar con delfines en pleno Océano Pacífico
Nadar con delfines en mar abierto es una experiencia única. Olvida los acuarios o zoo marinos.
En Hawái, tendrás la posibilidad de coger un barco que te adentrará en las aguas del Pacífico, donde los delfines nadan, juegan y hacen piruetas en libertad. El barco, está conectado con pescadores y otros barcos turísticos que buscan las manadas de delfines. Te lanzarás al agua y verás, sentirás como los delfines hablan entre ellos.
Eso sí, no podrás tocarlos (está terminantemente prohibido), ya que son animales muy sensibles que se estresan con facilidad. Pero no vas a experimentar algo mejor que nadar entre ellos o verlos jugar con el barco, mientras nadan en completa libertad.
